Hemos ido a comer, pedimos fuera del menú: ensalada valenciana del chef, calamar a la romana, gambones al vino blanco (venían 8), y pulpo; de postre tarta sacher (exquisita) todo muy bien preparado y muy rico. El servicio muy bueno, siempre atentos; en cuanto al ambiente, decir que no estaba lleno (lunes de agosto a mediodía) pero agradecidos porque ha sido un remanso de tranquilidad. Volveremos seguramente.
Sería genial saber cuándo cierra la cocina. Estar abierta hasta las 20:00 está bien, pero NO SE PUEDE COMER DESPUÉS DE LAS 16:00, porque la cocina está cerrada.