Lo mejor de este restaurante son sus vistas y la muy buena carta de vinos.
El espacio tiene un ambiente desfasado, notándose el paso del tiempo. Pena que con esas vistas no tenga una decoración más cuidada y actual.
La comida apuesta por producto de buena calidad, con elaboraciones tradicionales con algunos toques más actuales. Emplatados, muy desiguales, que ayudan a que entren por la vista. El resultado, al menos en los platos que probamos, era bueno sin que nada sorprendiera, a excepción del marisco que se notaba de primerísima calidad.
Servicio eficaz y correcto en exceso. De esos negocios de rancio abolengo en los que marcar distancias se considera un gran mérito.
Precios elevados con la sensación, en comparación con otras alternarivas de su supuesto nivel, de que pagas más de lo que vale.
Dave
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27 Septiembre 2025
6,0
Siempre hemos tenido ganas de conocer el restaurante, ahora tenemos ganas de volver
Todo de cinco estrellas, y si hubiera también estrellas para las vistas también se las pondría
Ildefonso Menéndez Sáez
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21 Septiembre 2025
10,0
Hemos tenido la suerte de disfrutar de nuestro día libre en este Restaurante espectacular!!
Nos ha ENCANTADO!!
La comida, impresionante..el servicio..la decoración..
Creo que ha sido de lo mejor que hemos visto!!
La cecina, y la lubina SIN PALABRAS
Enhorabuena.. porque las cosas especiales se merecen LO MEJOR
A Casa Das Augas
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09 Septiembre 2025
10,0
Restaurante Real Balneario (1991) de Isaac Loya del Río, alta cocina asturiana, tradicional y de vanguardia. Se asienta sobre un antiguo chalet que formaba parte del balneario de aguas marinas inaugurado en 1916 por el rey Alfonso XIII (1886/1902-1931) en Salinas (Castrillón, Asturies).
Ladelamanofurada
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31 Agosto 2025
8,0
Impecable: comida, servicio y ambiente. Destacar el trabajo del jefe de sala quien tuvo que aguantar a un ser desagradable a lo largo de su servicio. Pedimos el menu degustacion, precio cerrado. Ha sido un espectaculo totalmente positivo. Un placer comer alli.
Alba Pastor
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19 Agosto 2025
10,0
Una experiencia para repetir.
El Balneario de Salinas es uno de esos lugares donde se nota la calidad y el buen hacer. Hoy celebramos allí nuestro aniversario de boda y quiero destacar tanto la amabilidad y profesionalidad del personal como la excelencia de su cocina.
Me gusta dejar siempre críticas constructivas con el ánimo de aportar y ayudar a crecer, sobre todo tratándose de un restaurante con estrella, por lo que señalaré algunos aspectos mejorables: en primer lugar, las mesas. El uso de manteles elásticos sin planchar me parece un detalle que desmerece el increíble potencial del lugar. Asimismo, durante la comida colocan unas lámparas y unas orquídeas de gran tamaño que, aunque vistosas, terminan restando protagonismo a lo más bello del entorno: las vistas. A mi juicio, quedarían más elegantes unas lámparas finas y discretas junto con pequeños jarrones con flores frescas. Otro detalle menor serían los baños, que no están a la altura de un restaurante de esta categoría: tres rollos de papel colocados sobre el inodoro y la ausencia de un cesto para desechar las toallas de secado. Entiendo, en cualquier caso, que están en proceso de mejora.
En cuanto a la comida, simplemente extraordinaria. Las croquetas de bogavante, perfectas: cremosas, sabrosas y con una fritura impecable. Los chipirones de potera, espectaculares. La lubina al champagne —sobre la cual había leído críticas por su tamaño en relación al precio— resultó sorprendente: una ración abundante y de excelente calidad. El bonito, en cambio, sin dejar de estar bueno, no alcanzó el nivel sobresaliente del resto.
Tuvimos además un detalle encantador que agradecimos mucho: al ser nuestro aniversario, nos obsequiaron con un plato de felicitación decorado con mermelada, una frambuesa y una vela, además de invitarnos a un par de copas de champagne.
Los camareros, una vez más, encantadores, y la cocina, de diez. Sin duda, repetiremos. Gracias por hacer de esta comida un recuerdo tan especial.
Elsa Alguacil
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17 Agosto 2025
10,0
Al igual que otras veces que hemos estado, exquisitos la comida y el trato
P Fdez
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30 Julio 2025
10,0
Extraordinaria experiencia gastronómica ; la galería donde nos ubicaron es un espacio privilegiado que permite ver la playa mientras degustas las excelencias del chef Isaac Loya.
Recomendables las sardinas sobre ajo blanco y los chipirones. Postre celestial ( cualquiera de ellos). Repetiremos seguro.
Juana Rituerto
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23 Julio 2025
10,0
Super bien servicio Comida de .💯. Volvemos.... pronto...
Jesus Del Cerro Fernandez
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23 Julio 2025
10,0
Tuvimos la suerte de disfrutar de una comida de trabajo en el Real Balneario de Salinas, y la experiencia fue, simplemente, excelente. Éramos seis adultos y, desde nuestra llegada, todo estuvo a la altura de lo que uno espera en un restaurante con estrella Michelin (e incluso por encima en algunos aspectos).
El comedor es amplio, elegante, perfectamente decorado y aclimatado. Se respira serenidad y buen gusto. Desde nuestra mesa redonda, las vistas a la playa de Salinas eran espectaculares. Comer con el mar de fondo añadió un valor especial a la experiencia, reforzando esa sensación de estar en un lugar único.
El servicio fue de diez. Atentos, profesionales, y siempre disponibles para aconsejar con criterio, sin invadir ni forzar. El equipo transmite seguridad y demuestra una gran pasión por lo que hace. El trato fue impecable, cercano pero respetuoso, demostrando el nivel del restaurante en cada detalle.
Comenzamos con una emulsión de bogavante de sabor fino y elegante, perfecta como apertura. Las almejas fueron uno de los platos que más nos impresionó por su calidad: carnosas, sabrosas y con una textura impecable. También compartimos una papada con fabas y caviar imperial que nos pareció una auténtica maravilla. Una combinación atrevida, bien medida y muy bien ejecutada.
En los principales, cada uno pidió el que más le apetecía, lo que nos permitió probar una buena variedad de platos. Entre ellos, destacaron la lubina al champagne, delicada y perfectamente equilibrada; la merluza fuera de carta, con una frescura y punto de cocción excepcionales (mis felicitaciones a la cocina) y un salmonete impecable, con todo su sabor concentrado, sin una sola espina, lo que permitió disfrutarlo plenamente de principio a fin. Un detalle que demuestra el cuidado extremo en la preparación y el respeto por el comensal.
Para rematar, compartimos seis de los ocho postres de la carta. La repostería está a la altura del resto de la experiencia: sabores definidos, texturas trabajadas y un cierre dulce que no empalaga, sino que deja un recuerdo duradero.
La estrella Michelin que ostenta este restaurante no solo está justificada: se confirma con cada paso del servicio y cada bocado del menú. El Real Balneario de Salinas ofrece una experiencia gastronómica integral, donde la cocina, el entorno y la atención forman un todo coherente y sobresaliente. Sin duda, un lugar al que volveremos.
Juan M. Garcia Iglesias
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11 Julio 2025
10,0