Restaurante Posada de Cortegana en Cortegana

Hemos pasado un fin de semana en familia y nos ha encantado por su ubicación en un ambiente natural, el servicio prestado por todos los trabajadores. 100% recomendable!!!

Estuvimos un fin de semana con nuestros 2 hijos de 10 y 12 años.la experiencia fué buenísima,es un sitio donde de verdad consigues desconectar en plena naturaleza y sin internet,la comida está mu bien y la atención al público inmejorable.en especial Carlos,Jaime y las chicas de animación Ana y Julia.

Es genial el sitio un relax y desconexión total ya que no hay cobertura móvil, la comida un 10 , el servicio otro 10 , la piscina muy limpia , recomiendo sin duda ir unos días

Guiado por las preciosas fotos y buenas opiniones, estuvimos unos días entre semana de octubre 22, una de las ventajas eran que admiten perros, pero con reservas, nada mas llegar nos dijeron que si se subían a las camas nos meterían un recargo de 120€.. entiendo que haya gente que no respete nada y perros mal educados, pero eso se avisa, menos mal que llevábamos un cojín para ellos.. otra cosa que no te avisan es que hay una cantidad de gatos exagerada, conté alrededor de 15… la excusa es que controlan las posibles plagas que pudiera haber en la zona… pero no todos los perros son amigables con los gatos y en nuestro caso, estaban todo el rato en tensión, porque no paraban de pulular por las mesas, sillas, etc.. muy mal. La idea era de acomodarnos en la cabaña y durante el día hacer rutas de senderismo alrededor pero solo hay dos, la que sale por la parte lateral de unos 5 kms hacia Cortegana, y la de la vía (asfalto en mal estado) que sale a la carretera principal , unos 4,5 kms… para lo demás tienes que coger el coche y buscarte la vida por las poblaciones aledañas, porque en la Posada no hay información de opciones, será porque era temporada baja. La zona de cabañas está bien cuidada, accesos, caminos, etc, pero las cabañas (por lo menos la que me tocó y parecen todas iguales) solo tienen un pequeño ventanuco que apenas entra luz, no están aisladas ni del frio o calor ni del sonido, se oye todo de las cabañas aledañas y eso que están separadas, el pequeño porche que tiene en la entrada no tiene ni una silla para sentarte, tienes que sacar las del interior, que estaban medio desechas… Tampoco tienes WIFI en las cabañas y no hay cobertura de datos en toda la zona, solo hay WIFI en la recepción y el restaurante, está bien que desconectes un poco del movil, pero hay momentos que lo necesitas y tienes que salir para poder usarlo. El Restaurante es correcto, simplemente correcto, la comida incluida en la pensión que pagamos muy básica, así como el desayuno, que estando en la sierra de Aracena, el jamón dejaba mucho que desear, no es que esperar un 5 jotas, pero algo comestible… El personal correcto, sobre todo el chico que estaba siempre pendiente de todo, los demás pues a su aire pero atentos, nada que objetar. En resumen es un sitio para aislarte sin más, llévate un buen libro, no lleves perros si no aguantan a los gatos o si eres alérgico a ellos y no vale que por ese precio que quieres.. no lo vale.

Es un lugar ideal para estar en plena naturaleza y desconectar. Un servicio muy bueno,gente muy amable y atenta. Es la primera vez que voy,fui con mi pareja y quedamos los dos encantados. Amenazamos con volver jajajaja. Lo recomiendo

Dos noches perfectas. La comida incluida todo bien, rico, abundante, camareros y empleados en general todo perfecto. Cabañas cómodas... Contras: En el altillo falta limpieza, tiene mucho polvo, encima del baño,telarañas... Zonas sin mantenimientos, lámparas con polvo, Aires no funcionan, calefacción... Un poco se ve como de abandono Otro pero sería la entrada, que se entra junto a mesas y gente comiendo. Zona magnífica, río, naturaleza, árboles... Una paz increíble, además sin cobertura ni wifi, más tranquilidad y desconexión. Volveré!

A destacar sobre todo la amabilidad y buen trato del personal. Un 10. La comida que tomamos en la media pensión muy buena. Lo justo para comer, solo es bufet en el desayuno. En la cena o el almuerzo, tienes 2 platos a escoger de entre 8. En este aspecto lo veo un poco corto con referencia a cualquier otro lugar que yo haya estado y nos ofrezca media pensión. Aún así, la comida estaba buena. Las habitaciones, reconozco que tiene que ser complicado mantener todo impoluto en medio de la naturaleza como está este lugar. Los baños estaban aceptables y todo más o menos limpio. Lo que no me gustó nada en absoluto son 2 cosas: - No hay wifi en las habitaciones, solo en zonas comunes y aún así cortito. Es cierto que se justifica con que es un lugar para desconectar totalmente, pero en nuestro caso que fuimos sin nuestro hijo, si alguien se quiere comunicar contigo, no puede, estás totalmente incomunicado. Ya que no hay cobertura telefónica en las habitaciones ni wifi. Para mí esto le resta muchísimo a la estancia. - No hay frigorífico en la habitación, este es el fallo más grande para mí, ni uno pequeño. Si quiero comprar algo de bebida y tomármelo en la habitación, no puedo hacerlo. No se si es por política de la empresa para que se consuma solo cosas del restaurante o qué, pero no puedes tener agua fresquita en la habitación a menos que lleves una nevera con hielo... Me parece arcaico en los tiempos que corren. Sí quieres beber algo de noche, tiene que ser del tiempo.

Muy buena relación calidad precio. La cabaña limpia, servicio adecuado y restaurante con buen personal y buena cocina. Merece acudir en alguna ocasión, sobre todo si se busca desconexión y descanso.

Nosotros estuvimos con nuestros hijos 4 meses y 2 años y coincidimos con un grupo bastante numeroso de jubilados de San Fernando(gente maravillosa), lo pasamos genial, nos ayudaron en todo, los camareros muy bien, la comida genial, el sitio para desconectar, y la habitación grande con TV y aire acondicionado, no hay frigo y la única pega que le pongo son las arañas debajo de la cama, aunque en medio del campo entiendo que es complicado, sin duda volveremos en unos años.

Sitio de ensueño para desconectar