Restaurante Parador de Manzanares en Manzanares

Amplio, luminoso, agradable y elegante Parador. Servicio amable y eficaz. Buena carta a la mesa, en Ago25cterminaron de renovar la zona cafetería. Amplio aparcamiento.

Parador de los tradicionales sin grandes lujos, ambiente antiguo. Habitaciones amplias con buenas camas y colchones. Aseo correcto. No tiene salones de zonas comunes salvo unos sillones en el fondo de la cafetería. Trato excelente del personal. Lentos en el servicio de comidas en el comedor. Esencia y cordialidad de Paradores. Buena piscina aunque con hojas de los árboles alrededor y dentro de la piscina. Cerca de las lagunas de Ruidera.

Hemos estado este fin de semana en el parador y veníamos con temores respecto de las críticas que hemos leído. La sorpresa ha sido que el personal ha sido amabilísimo, la piscina estaba muy bien, la cena genial y deliciosa así como en el desayuno y en la cafetería tuvimos un buen trato. Posiblemente repita en un futuro y que tenga zona infantil es interesante.

Un parador como los de antes, con su suelo de barro y su mueble castellano, con un servicio excelente, excepcional. Mención especial para el equipo del comedor de desayuno, que se han desecho en atenciones y preguntado una y otra vez si todo está bien, si necesitamos algo más. ¡Así da gusto!

Nos avisaron que esté parador era de los más modestos, pero tenemos que aclarar que no por ello sea de peor calidad. Después de una luna de miel haciendo ruta por varios paradores de la geografía española, tenemos que decir que el parador de Manzanares ha puesto el broche de oro a nuestro final de vacaciones: personal super atento y cualificado, piscina enorme y con un área de descanso y tumbonas super bien cuidada y un desayuno enorme y buenísimo en la habitación. Gracias por hacer de nuestra estancia una experiencia maravillosa, volveremos sin duda a alojarnos en su parador.

Hemos parado en el parador de manzanares a comer camino a Madrid y deciros que Lola la metre nos ha atendido de lujo y es de agradecer, además de felicitar a los cocineros por los platos tan estupendos. Nos ha gustado mucho!! Muchas gracias por vuestra hospitalidad!! Volveremos☺️

Mi decepción ha sido el servicio de cafetería. Por lo que veo en una reseña reciente no ha sido una cosa aislada. Tardanza y descordimacion total en el servicio. Hasta para servir unas berenjenas encurtidas tardan 50 mint. Para cobrar hasta nos han dado las gracias por las honestidad porque no nos cobraban la bebida...no sé. Esperaba más. El resto de instalaciones y personal correcto.

Hola: Las baldosas de la piscina sueltas y con tornillos oxidados, bastantes peligroso. Seria aconsejable quitar el seto de la piscina para poder disfrutarla desde la zona de cesped donde estan las tumbonas. No pude peinarme pues no lleve peine y daba por descontado que pondrían. Las cortinas arrastraban mas de 10 cm y la sensación era de dejadez. Por otra parte un 10 para el servicio de cafeteria, comedor y recepción.

Un Parador dentro de la red nacional, básicamente dirigido a hacer de funciones de Motorhotel en el cruce estratégico de la red viaria de Manzanares, quizás fuera de la naturaleza habitual de los Paradores. El personal muy profesional y servicial. En horas punta falta personal y la acumulación de platos y vasos en la barra le da un enfoque y una imagen no demasiado propia de los Paradores. Encantado de haberle visitado

Visita 📌 al #paradormanzanares en #ciudadreal con encuentro #gastro 🍰 #literario 🖋️ y presentación del 📖 #libro @saliendodelfango2025 #saliendodelfango @salienfodelfango #salienfodelfango de #gemmaredondorodriguez #reseña En el corazón manchego, al sur del sol castellano, nos recibió el Parador con mimo y gesto humano. Una chica, sonrisa en flor, con alma en la atención, nos sirvió café y cielo, todo fue admiración. El café: Un espresso valiente, aroma fiel y profundo, que despertó despacio los versos de este mundo. Un capuchino suave, cremoso y perfumado, compañero ideal para un alma que ha soñado. El dulce detalle: Un almendrado fino, de añil su corazón, crujiente y delicado como buena canción. Natural, equilibrado, sin prisas ni artificio, un bocado sencillo, de aroma y sacrificio. Los postres: Tarta de queso: Una obra de arte viva, inmensa y generosa, con pistachos dorados y horchata milagrosa. Sin azúcares añadidos, pero con emoción, su textura y su sabor merecen ovación. Brownie de chocolate negro con nueces: Un brownie contundente, con vainilla y color, coronado por kiwi, por si faltaba amor. La salsa de chocolate, de fondo seductor, culmina este poema que firma el repostor. El precio: Todo por diecisiete y medio —y ni un céntimo más—, por calidad, por belleza, por el mimo y la paz. Un lujo al alcance, sin ruido ni presión, un canto a la cocina con alma y corazón. Y el libro… Y junto a los sabores, un libro se alzó al centro: “Saliendo del fango”, testimonio del encuentro entre letras y vida, entre lucha y resplandor, una autora que transforma lo oscuro en esplendor. Recomendación final: Visitad este rincón de Manzanares sin dudar, donde el arte y el sabor se animan a abrazar. El Parador no es solo mesa o cocina, es refugio de belleza, dulzura… y disciplina.#parador