Restaurante O xachegou en Santiago de Compostela

Lo encontramos de casualidad de camino al hotel, y menos mal que entramos. La comida espectacular en un ambiente de lujo. Muy recomendable

Conozco este lugar desde hace tres años y cada vez que vengo a Santiago nunca dejo de venir a comer aquí. El ambiente es el de una taberna antigua; En el bar, viejos y nuevos amigos se reúnen para tomar una copa juntos y tener una charla clásica. El horario es bastante relajado, si tienes prisa olvídalo, no es el lugar indicado para ti. La carta puede parecer limitada para muchos pero la cocina en mi opinión es excelente al igual que la calidad de la materia prima, los precios son buenos, no he encontrado un plato de más de 10 euros y estamos en el centro de Santiago. Servicio amable pero no esperes halagos y sonrisas impresas... Quizás no sea adecuado para un determinado tipo de turista, sin duda uno de los pocos lugares auténticos que he visitado...

No como allí. Tomé una cerveza, pero el servicio y el ambiente es muy bueno

Una experiencia muy buena, la comida muy buena y el ambiente perfecto, una maravilla de sitio. Si volvemos a Santiago, no dudaremos en visitarlo de nuevo. Recomiendo la Oreja y las Costillas.

La comida muy casera, muy buena, el local es sencillito, casero, pero para mi gusto le falta mucha variedad en el menú y varias cosas en el bar (no tenían botellas de agua grande, ni jarras para la cerveza). Pero recalco, la comida muy buena, la zorza, el raxo y los chipirones es lo que probamos. —— Adjunto ticket de otra vez que fui en 2025.

Comida, servicio y ambiente cuidado. Se nota el respeto por la comida tradicional, sencilla y sabrosa.

Restaurante muy local, con comida tradicional y buen precio.

Ejemplo de los pocos que quedan en esta Compostela donde pronto será más fácil pedir sushi o tacos que un caldo o guiso. Buen género y buen sitio. Suele ser un sitio libre de fodechinchos, para que lo sepas.

La comida excelente , todo muy rico y la atención de 10 !!! Volveremos seguro

Taberna tradicional. Que merce la pena venir. Se notan ya las canas y eso mola. Lo mejor para no estar modo turista tras el camino