Restaurante o Piquino en O Barco de Valdeorras

Buen trato y buena comida. Para volver.

Tienen un menú con bueno y una carta un poco escueta pero correcta

La comida bien, sin ser nada excepcional. El servicio muy bien: muy atentos, y amables. Es un comedor agradable, aunque con poca luz.

Nos han hecho un detalle muy feo. En el menú entraba estrella Galicia y nos han traído botellín en lugar de caña y luego nos lo han cobrado. Cuando nosotros no habíamos pedido botellín....y no han hecho un creppe que estaba en el postre a mi hija...porque era tarde...pues no habernos cogido!!!

De lo mejor de la zona, una ubicación muy disfrutable. La comida original y rica, sitio para disfrutar, sobre todo en verano.

Bonito sitio ,la atención muy buena ,siempre tomamos allí el bermu y ponen tu tapa ,local climatizado ,fácil aparcamiento y el entorno bonito con el río de frente ...

La verdad es que este restaurante ha ido perdiendo calidad. Todas las veces que he estado allí, desde la primera hasta la última, me ha ido gustando cada vez menos. Ayer volví una vez más. Pedimos arroz con marisco, y pusieron unas cigalas enormes en el plato, pero ni siquiera trajeron las pinzas para comer marisco. Tuve que pedirlas, igual que las toallitas húmedas. Son cosas que los propios camareros deberían colocar en la mesa automáticamente cuando se sirve arroz con marisco o marisco en general. También me fijé en que, después de comer, ni se molestaron en limpiar la mesa. Y, claro, después de comer marisco o un arroz así, conviene limpiar antes de traer el postre o el café. Las camareras, eso sí, fueron amables, pero se nota cierta dejadez por parte del personal. Hay cosas que uno no debería tener que pedir, porque se sobreentienden. Es el caso de las pinzas y de las toallitas: no hay que pedirlas, son algo evidente, obvio. El arroz con marisco estaba bueno, es verdad. Tal vez un poco graso, pero se dejaba comer. Los chipirones fritos con allioli estaban ricos. La torrija, en cambio, no era muy dulce. Podría haberlo sido más. He comido mejores. En fin, es un restaurante que está bien, pero en mi opinión ha ido perdiendo calidad, y es excesivamente caro.

Para reunión de negocios y amigos,impecable.Saben lo que hacen, profesionales de la restauración. Se Agradecen lugares íntimos, con calidad y buena cocina para eetas coas,falta uno asi en Madrid.

Como aquí de vez en cuando y celebré cumpleaños y siempre de 10. Todos y cada uno de los camareros muy atentos y la conuda espectacular 👌🏻

El restaurante está dividido en dos zonas, comedor y bar. El comedor esta bien pero nos pusieron en una mesa al lado de la puerta de cristal que divide las dos zonas y como no tenía cierre automático me tuve que levantar varias veces a cerrarla porque la gente que entraba y salía la dejaba abierta y había una corriente de aire desagradable. Las camareras se preocupaban de cerrarla, pero a veces no daban abasto. Creo que es un problema importante: o le ponen un sistema para que la puerta se cierre sola o la mejor solución que eliminen esa mesa. En cuanto a la comida bastante bien. De entrante tomamos pastel de cabracho, que estaba francamente bien y croquetas que también estaban muy buenas y crujientes. Después pedimos arroz con bogavante; el arroz estaba bueno, pero el bogavante estaba un poco pasado de más lo que lo hacia seco. Creo que este plato lo tienen que mejorar. El "postre de Valdeorras" (una interpretación de la bica con helado) estaba muy bien. La atención del personal fue buena, los tiempos de servicio fueron cortos teniendo en cuenta que el arroz lleva su tiempo y la calidad- precio razonable. Habrá que probar otros platos en otra ocasión. En general la experiencia fue correcta.