Este restaurante tiene nuevos dueños y un nuevo nombre, La Isleta. Ha sido completamente renovado por dentro y es mucho más luminoso que el anterior.
El servicio fue excelente y la comida estuvo entre regular y buena. El menú del día estuvo bien, pero no demasiado atractivo. La crema de puerros estaba excelente, pero podría haberse servido más caliente.
Necesitarán fidelizar a sus clientes, ya que está un poco apartado y no suele haber mucho tráfico. Cuando se termine el nuevo edificio del juzgado, deberían beneficiarse bastante.