Restaurante Museo Tenería en Ocaña

Arribamos al restaurante, por recomendación, en seguida la atención de Pepe, fue formidable, muy acogedora y amigable. Nos escogieron una mesa súper agradable que permitía la vista casi completa del restaurante. Comenzamos a observar la carta y seguidamente luego de ordenar las bebidas, nuestro anfitrión Pepe, nos adentró a su menú personalizado y sus recomendaciones. Nos fuimos de entrada con unas alcachofas con Foie y Orejas melosa crujiente. Para lo principal nos ordenamos la especialidad de Pepe, su pato a la mandarina, que su texturas, sabores y experiencias fue sin duda el mejor plato de la gala. El rabo de Toro desmenuzado fue de 10 indiscutiblemente el sabor sobresalta de todos los platos que he podido degustar del mismo ingrediente. Pedimos la terrina de cochinillo asado al horno confitado a baja temperatura, el plato se deshizo en la boca, con sabores y texturas de 10. Por último el Bacalao, para ser un pescado que no es tan versátil, el sabor que degustas en la boca sin duda alguna algo que recomendaría. De postre nos fuimos con la recomendación de Dani, nuestro mesero, un mouse de queso con mermelada de mango hecha por nuestro chef estrella, Torrijos y una natilla. Venir sin expectativas y llevarse una sorpresa de las buenas, al ser recibidos por el chef con tanta humildad y empatía, que invita a disfrutar de un ambiente, de una degustación y una experiencia inolvidable, sin duda quedamos pendiente de volver por más recomendaciones de Pepe! Un gusto y placer poder coincidir contigo.

Una experiencia inesperada e increíble. Excelente e inmejorable, atención perfecta y atenta, respetuosa y entusiasta. Trataron muy bien a mí perrito ,el ritmo de la cena fue simplemente el adecuado , la metre profesional al límite de la perfecion, el chef absolutamente entregado y validando su trabajo, por cierto espectacular. El conjunto fue recomendado y consensuado propiciando que los.sabores y el nivel fueran de menos a más y maridando perfectamente, el.vino haciendo caso a la recomendación dentro del gusto también fue un acierto. Un auténtico placer para quien desee simplemente disfrutar y dejarse llevar a un viaje perfecto de gusto y pasión por las cosas hechas con mucho gusto y trabajo.

Camino de Madrid, en una parada casual, te encuentras una excelente experiencia gastronómica desde que entras, donde Pepe te recibe maravillosamente y perece que estás en casa. Local muy cuidado y agradable. Exquisita elaboración de los platos, aunque destacó las migas, el cachopo de venado, el pato y las alcachofas. Nos queda pendiente ver el museo. Realmente muy recomendable.

Un lugar muy bonito para comer Calidad precio perfecto Carta con platos muy recomendable Pepe fue maravilloso, nos explicó platos y estuvo muy atento Pienso volver y es un sitio perfecto para comer

Se come espectacular, da igual lo que pidas, Pepe lo hace distinto y buenísimo. De lo mejor de Ocaña

El mejor plato de pato que hemos comido nunca

Espero que podamos volver, ya que no tuvimos ocasión de visitar el museo ni las cuevas. Con respecto a la experiencia gastronómica, Pepe nos describió la carta con gracia y mucha soltura. Agradecimos que a nuestra peque le preparase una tortilla y patatas fritas ya que no contaban con menús infantiles. La media de alcachofas que pidió mi marido estaban muy ricas, según su opinión. La parrillada de verduras llevaba espárragos trigueros, pimiento, cebolla , berenjena y champiñones. No ha sido ni de lejos la mejor que he comido. El rabo de toro estaba correcto. La paletilla de cabrito llevaba una salsa que la disfrazaba. Tanto el lechazo como el cabrito, en nuestra opinión, está mejor simplemente con agua y sal en un buen horno de leña. La sal con gusto a huevo frito nos pareció original, si lo que quieres es comer algo que sepa a otro alimento diferente. En fin, una comida interesante, pero muy lejos de nuestras expectativas.

Agradable comida con visita incluida

Pepe, el dueño es un fenómeno!!! Comimos estupendamente, todo presentado con mucho cariño. Muy atento a todo el servicio, y la explicación de las cuevas magníficas!!!

Cambiamos de plan a última hora de la tarde y encontramos este restaurante a veinte kilómetros de nuestra posición. La acogida fue buenísima. Nos recibió la camarera y después el dueño nos presentó la carta y nos recomendó algunos platos. El lugar, la acogida, la atención y la comida de diez. Los baños muy limpios (ese detalle suele descuidarse mucho). Todo de 10. El precio cae a un segundo plano si la comida es tan rica. Pagamos unos 70 euros por una cena que recordaremos. Totalmente recomendable.