Restaurante Mesón Don Fernando en Arcos de la Frontera

Pasamos 1 dia en cada 2 pueblos blancos,en uno tocaba comida en uno cena En Arcos tocó comida y elegimos el Meson al azar ,miramos la carta y los precios eran razonables La sorpresa llego al degustarlos El salmorejo muy bueno ,el cazon tenia un buen adobo y la fritura en su punto Las tortitas de camarones simplemente un 10 ,extraordinaria elaboracion El rabo de toro en su punto ,racion generosa , sabrosito y guisado con mimo a fuego lento No me quedó mas remedio que entrar y felicitar a la cocinera personalmente ,cuando alguien trata así de bien la comida se merece todos los respetos Espero por el bien de este negocio que la cuiden y les dure muchos años Poco mas que decir ,está en un buen sitio, el servicio es bastante rapido y a buen precio Enhorabuena

Lugar muy bonito en el casco antiguo. El restaurante se puede combinar fácilmente con un recorrido por el casco antiguo. Aquí nos atendieron muy amables y riendo. Nuestras dos comidas fueron muy buenas y a un precio razonable. Fuera de temporada, las multitudes probablemente no sean tan grandes.

Durante una visita turística por Arcos de la Frontera, tuvimos la oportunidad de almorzar en el Mesón Fernando, un establecimiento situado en el corazón del casco histórico de la localidad. Lo primero que llama la atención es la amabilidad y profesionalidad de su personal, que se mostró en todo momento atento y cercano, lo que hizo la experiencia aún más agradable. Optamos por el menú del día, que ofrecía una buena variedad de opciones, incluyendo entrante, primer y segundo plato, postre y además de una bebida. Como detalle a destacar, nos ofrecieron una botella de vino cortesía de la casa, un gesto que apreciamos mucho. De los platos que probamos, cabe resaltar los callos y la hamburguesa de carne de retinto, que destacaron por su sabor y calidad. Asimismo, no podemos dejar de mencionar el Abajado, un plato tradicional de Arcos, que sorprendió gratamente a todos por su autenticidad. El mesón se encuentra en una encantadora plaza, con una historia interesante que se detalla en una placa de mármol junto a la entrada. En cuanto a la relación calidad-precio, el Mesón Fernando se posiciona como una opción recomendable dentro de la amplia oferta gastronómica de la zona, especialmente en un entorno con tanta afluencia de turistas. Una experiencia positiva y sin duda un lugar a tener en cuenta para quienes deseen disfrutar de la cocina local.

La Agradable invitación de Rau con un plato de Rico Queso Payoyo nos atrajo a la terraza, con 4 completas Tapas y 2 Cervezas cenamos bien, Lagartillo y Filetitos con Queso de Cabra, y unas Croquetas, acompañados de Patatas panaderas q estaban bien, solo decepcionó lo q ellos llaman Chicharrones de Cadiz, q resultó ser Pulpo Frito ¿?, y q debieran avisarlo o cambiar el nombre. Rematamos con tarta casera de queso. Interior del Restaurante curioso. Si suele estar lleno es q no se come mal.

Buen sitio para comer,solo una pega,pedimos en la comida que nos trajeran pan,y nos pusieron tres rebanadas de pan de molde,por favor que estamos en españa.

On s'attend, si nous étions en France, en plein coeur du coeur historique d'Arcos, à un prix déraisonnable, un service pourri et une nourriture approximative, pour profiter au maximum des touristes de passage. Peut-être que ça existe... Mais ici, ce n'est pas le cas ! C'est de la cuisine Espagnole, généreuse, goûtue, locale, très bien faite et à un prix étonnamment raisonnable ! Le 1er soir, passant par là un peu par hasard, nous sommes interpelés par l'accueil. Excellent dîner, simple bien sûr, sans chichis, tellement espagnol, avec du bon vin et tellement agréable à un prix très acceptable. Nous revenons le lendemain, ce samedi, menu à 12€ tout compris. Même cuisine, même service chaleureux, même vin, même plaisir. Et franchement, ça m'étonnerait qu'on trouve ailleurs une telle offre...

Cocina típica española, sin florituras ni florituras, generosa, con materias primas sencillas y bien elegidas, bien elaborada y equilibrada, servicio excelente y agradable, y precios muy ajustados, todo ello en pleno centro de la ciudad: ¡excepcional! ¡Y no te lo puedes perder!

Veníamos buscando para comer bastante tarde y encontramos este restaurante abierto. Hemos comido GENIAL! Recomendamos las croquetas de queso payoyo (Se notaba que eran caseras!) y el solomillo en salsa. El camarero nos recomendó muchísimas cosas para visitar y también nos contó que el restaurante fue una antigua posada del siglo XV donde se hospedaron los reyes católicos. Servicio excelente; personal muy hospitalario ¡Volveremos seguro!

El reclamo del menú del día es un engaño porque te dicen que lo han retirado una vez te has sentado y te han puesto una bebida. Aparte de eso los camareros son graciosos, la comida es suficiente y al menos te ríes. No volvería.

Personal super amable y atentos, calidad precio muy bien, para repetir....