Restaurante Las Rias Bajas en Gijón

Menudo descubrimiento!!! Había oído hablar de este restaurante maravillas pero ayer vi que se quedaban cortos. Restaurante que combina los conceptos de sidrería y vinatería picando más hacia este último término. El dueño es un EXPERTO en vinos que perfectamente podría ser sumilier de cualquier "estrella Michelín". Cada botella comentada con historia de la bodega, notas del autor, variedades de uva, propiedades del viñedo, tipo de crianza.... una clase magistral con cada copa. Vinos rebuscados huyendo de las principales bodegas más comerciales. Esta esmerada atención merma un poco la velocidad del servicio pero se perdona todo. Los platos, excelentes todos, sabrosos, bien presentados y mimando la calidad de la materia prima. Imprescindible la tabla de quesos: comentados, bien presentados, selectos.... Como sugerencia, el resto del staff de sala podría estudiar la bodega para que no recayera tanto peso sobre Felipe y se agilizase, así, la atención. En cualquier caso: 10/10.

Lo más top de Gijón si te hace falta vino en vena, buen queso y comida casera. Feli el mejor anfitrión, siempre te sorprende con alguna referencia nueva que te vuela la cabeza. mi sitio de referencia cuando vivía Gijón y cada vez que vuelvo de visita

Si te gusta el vino, este es tu bar en Gijon. Lo mejor es elegir la comida y dejarse llevar por las recomendaciones de Felipe en cuanto a los vinos

No he comido aquí, aunque todos lps platos que salen de cocina tiene muy buena pinta. Pero es un sitio increíble para degustar buenos vinos. El dueño, Felipe, es un gran conocedor y te recomienda y orienta muy bien, y te da todo tipo de detalles sobre cada uno. Es un sitio que no puedes perderte si te gusta eñ mundo de los vinos.

Sidrería Las Rías Bajas – Tradición asturiana y una vinatería única en Gijón Ubicada en el barrio de El Llano, la Sidrería Las Rías Bajas es un lugar emblemático que ha logrado fusionar lo mejor de la cocina tradicional asturiana con una cuidada selección de vinos, convirtiéndose en una referencia gastronómica en Gijón. Fundada en 1985 por la familia Ferreiro, este local de más de 39 años de historia es ideal para quienes buscan disfrutar de la auténtica sidra asturiana, acompañada de platos caseros y una experiencia vinícola excepcional. El restaurante ofrece una cocina típica de la región, destacando especialidades como el pulpo a la gallega, lacón cocido, oreja a la gallega y callos caseros, platos sencillos pero llenos de sabor que representan la tradición culinaria de Asturias. Además, sus tablas de quesos son muy populares, con una variedad de opciones nacionales e internacionales que complementan perfectamente cualquier comida. Lo que realmente distingue a Las Rías Bajas es su selección de vinos, que abarca entre 30 y 40 referencias, adaptándose a todos los gustos y presupuestos. Felipe Ferreiro, el propietario, es un experto en vinos y asesora personalmente a los clientes en la elección de la mejor copa, ofreciendo una experiencia personalizada que eleva el disfrute gastronómico. El ambiente del local es acogedor y su servicio, atento y profesional, hace que cada visita sea especial. Con su combinación de cocina asturiana de calidad y una vinatería excepcional, Las Rías Bajas es un lugar imprescindible para aquellos que deseen experimentar lo mejor de Gijón en un solo sitio.

Nunca había ido, fui con un amigo y aluciné con la experiencia. Si pides vino te explican todo genial. La tabla de quesos lo mismo, está buenísima y te explican todo al detalle. Lo demás de la carta espectacular y te hacen recomendaciones de lo mejorcito.

Aunque el restaurante parece viejo la comida está exquisita y tienen una carta de vinos muy amplia. Recomiendan cada plato y cómo marida con cada comida. Muy recomendable y relación calidad-precio óptima.

Excelente, servicio, buena comida y mejores vinos

Habiamos estado varias veces en este restaurante y siempre muy bien. Buen producto preparado con gusto, buenos vinos, servicio atento y todo ello a un precio muy competitivo. Hemos vuelto despues de unos meses y la primera parte del comentario sigue más o menos siendo totalmente válida. La segunda parte, la que se refiere al precio ya no tanto. Los precios han subido bastante, tanto que son los mismos que puedes encontrar en la zona más turística de la ciudad, entorno de la plaza mayor, Cimavilla, puerto deportivo. Es lo que hay. Por eso el 3 sobre 5.

Fuimos a comer unos amigos, primero tomamos unos vinos(normalitos para nuestro gusto y más caros que en otros lados,eso sí el dueño te explica que vino es, procedencia ,etc) pusieron pincho a toda la barra(eran aceitunas) menos a nosotros es un detalle que bueno..queda feo. Nos sentamos a comer y la comida la verdad que estaba bien,el pastel cabracho rico jugoso,los calamares bien,el pulpo algo escaso pero aceptable,tierno,las croquetas correctas, y la longaniza de Avilés bien. Otra cosa a destacar es que sale la ropa oliendo a " fritanga" y eso que no se nota nada al entrar,chigre normal de toda la vida. Con café ,nosotros tocamos a 34 e por cabeza con varias copas de vino para cada uno. Aunque la comida está bien( es aceptable) creemos que hay sitios mejores en Gijón,teníamos ganas de ir por las críticas que leímos pero no es para tanto,no creo que repitamos al menos a corto plazo y el tema del olor de la ropa mal.