Restaurante Las Chimeneas en Nevada

Todo fue un diez. Nos dieron una habitación increíble con una terrada desde donde se veía el amanecer y el atardecer. El lugar es precioso, un auténtico balcón a las montañas de la Alpujarra. Todo está cuidado al detalle, hay una cafetera de prensa francesa en la habitación, la cama es muy cómoda, todo está muy limpio y los dueños fueron muy amables. No hay nada de ruido y pudimos descansar muchísimo. Las zonas comunes son perfectas para esta época del año en la que anochece pronto y no apetece meterse tan temprano a la habitación, es un salón muy bonito con miles de libros y una cocina comunitaria. No pudimos disfrutar la piscina porque las temperaturas no acompañaban, pero tiene una pinta increíble. Es un lugar donde todo está pensado y colocado con cariño, desde la bienvenida, la dueña se acordaba de que había reservado por el cumpleaños de mi pareja, hasta la cestita con crema solar a la entrada de la piscina. El desayuno muy rico y saludable, y las mujeres que llevan la cocina son encantadoras. Todo de diez. Quizá lo peor, sin ser nada importante, es que cuando se nos preguntó si queríamos cenar en el comedor del alojamiento y se nos pasó el menú que había disponible, el propio menú no tenía los precios. No preguntamos, fallo nuestro, y al día siguiente al pagar la cena vimos que el menú estaba bastante por encima de los precios de la zona. Entiendo que su público es mayoritariamente extranjero, pero treinta euros por un menú nos pareció un poco elevado. Todo muy rico, por otra parte, así que bueno, nada negativo realmente.

¡Un lugar único! ¡Con un servicio impecable! ¡Muy cómodo y con comida deliciosa! ¡Gracias!

Pasamos dos días en Casa las Chimeneas, explorando la Alpujarra, ¡y qué pena que nuestra estancia fuera tan corta! El lugar está ubicado en un pequeño y encantador pueblo con impresionantes vistas a la montaña. Nos alojamos en una habitación de la Casita, con cocina y salón compartidos. También teníamos acceso a la piscina. Todo el lugar era precioso. Los muebles antiguos, las contraventanas azules y las ristras de pimientos secándose le daban un toque especial al ambiente. El restaurante Las Chimeneas también merece una visita; la comida estaba deliciosa y a un precio razonable. Los dueños, Emma y David, y todo el equipo crean un ambiente acogedor y ofrecen a los huéspedes consejos sobre rutas de senderismo y cosas que ver en la zona. Una ventaja es que puedes traer a tu perro. ¡Sin duda volveremos!

Nos impresionó mucho la calidez con la que fuimos recibidos. Tuvimos una habitación muy bonita con una vista increíblemente buena. La comida del restaurante también es muy recomendable. Hemos decidido volver de todos modos.