Restaurante la Taberna en León

Paseando por el bonito pueblo de León, simplemente tomamos algo en la terraza. Pero dada la atención a los clientes y las buenas críticas sobre la comida, creo que una crítica positiva es más que merecida, a pesar de que rara vez usamos los servicios de este bar/restaurante. Pedimos un café individual (espresso) por 1,90 € y una botella de agua de 50 cl por 2,10 €. Junto con las bebidas, nos trajeron unas patatas fritas (eran las 15:08, así que era hora de comer en España...), que estaban deliciosas, por cierto, y dos croquetas de queso. También nos dieron una bolsita transparente con lo que al principio parecían galletitas. Al mirarlas más de cerca, vimos que una tenía forma de hueso... ¡y nos dimos cuenta de que eran golosinas para nuestro perro! Pedí un segundo café. ¡Lo sirvieron con un trozo de tarta! (¡Aún por 2,10 €!). Súper amables y agradables, excelentes ideas. Dan ganas de volver... ¡Hasta pronto!

La comida estaba rica y trato estupendo.

Muy bueno. Muy atentos. Lo recomiendo

Buen ambiente, buenos camareros, y el dueño súper. Una taberna así hace falta en Burgos.

El trato bueno,el pastel de cabracho,muy bueno, la cazuelita de gambas al ajillo, también muy buena, repetiría.

Se come muy bien, el servicio destaca. Los embutidos algo flojos pero lo demas estupendo

Sitio mitico de Leon, regentado por Vicente, muy recomendable

Muy recomendable. Comimos 6 en familia, el sitio muy acogedor, el servicio de 10 y la comida estupenda y abundante. Pedimos a primer y segundo plato por persona, pero con menos y a compartir hubiera sido bastante. Todo riquísimo.

Un sitio agradable,buen ubicado,se come bien,ponen unas raciones exageradas de cantidad,especialmente las parrillas ,el servicio excelente,las camareras muy simpáticas y atentas gracias chjcas

Realmente, realmente disfruté de este restaurante. Muy tradicional. Teníamos chuletas de cordero, puerros estofados con pimientos asados, gambas con ajo, pan, vino, tocino de cielo y café. Cálida bienvenida y muy interesante ver a otras personas y la actividad alrededor de la cocina abierta. Me recordó de la mejor manera a lugares similares cuando vivía en España hace 35 años. Y a un precio razonable. Todo estaba delicioso.