Un sitio ideal para comer, un ambiente agradable, la camarera muy profesional y cercana, el chef Dani, una persona muy amable, nos dio todas las indicaciones que solicitamos, por cierto, un enamorado de su entorno. Totalmente recomendable con una cocina de proximidad espectacular
Paramos por casualidad porque tenia una terraza estupenda. Fueron exquisitamente amables y nos permitieron comer fuera aunque solo es para tapas para que pudiéramos estar con nuestras perras. El restaurante de dentro muy amplio y acogedor, sencillo pero decorado con mucho gusto . Atención de 10 y la comida en especial cerdo en diferentes variantes a la brasa que estaba muy buena. Si volvemos a Albarracín repito seguro.