La carta muy elaborada e imaginativa. El servicio, correcto. Los tiempos, eternos. El precio, más bien alto, pero no demasiado. Un sitio para volver, pero no todos los días
La comida muy buena. El servicio entre especial y peculiar; unas veces encantadores y otras con miedo a que te regañen. Yo no conseguí relajarme.
No se te ocurra pedir la carta que te cae una bronca.
Piden paciencia, y la tenemos porque estamos de vacaciones, pero parece que caes el olvido y las esperas son largas.
Un nosequé y un queseyó que te hace irte pensando en no volver. Una pena porque la cocina es buena.
Buenas materia prima tratada con esmero, pero escasa para el precio del plato. El servicio puede resultar algo lento.Si están hambrientos no es el lugar
Lo encontramos de casualidad y menudo acierto. Buena comida y personal. Minerva y Diego un encanto de personas que encima recomendaron muy bien. Que bien comimos.
Nos sorprendió gratamente. Fuimos por casualidad con el plan de picar algo y decidimos quedarnos a cenar al ver la carta. Tuvimos suerte de tener mesa (éramos dos), así que recomiendo reserva previa. Probamos el atún con tuétano y un risotto. Ambos platos buenísimos, el atún con tuétano quizás es un plato muy intenso, por lo que recomiendo para compartir más de dos comensales. Servicio amable y atento. Establecimiento para disfrutar de un buen vino y de sus platos elaborados.
Es un sitio realmente fabuloso éramos un grupo grande de 10 personas y nos atendieron estupendamente perfectamente y coordinados todos los platos y la comida estaba realmente deliciosa muy elaborada. Muy cuidado todo el detalle le pondría un 10 al sitio