Restaurante La Fonda de Alberto en Valdepeñas

De camino a Valencia optamos por hacer una parada en Valdepeñas para comer, y elegir este restaurante fue un acierto. El local es visualmente agradable y está bien climatizado, algo que se agradece en pleno verano. Buena cocina de producto, tradicional pero con un toque moderno. El menú ejecutivo que probamos fue imbatible por su calidad precio. Volveremos para comer a la carta con propuestas muy apetecibles.

Comida muy buena, pero nos metieron en un salón y nos dejaron bastante desatendidos, tuvimos que levantarnos a pedir la cuenta ya que no venía nadie a preguntar ni por postres ni por café. En general todo bien pero dentro del local habían un par de moscas que no acompañaban nada la comida, para terminar se les olvidó sacarnos el café y tuvimos que volver a pedirlo, entiendo que pueden ir liadas las camareras pero todos los clientes nos merecemos la misma atención. También se les olvidó que el café era del tiempo aunque no nos importó ya que teníamos prisa y no lo reclamamos.

La atencion y el servicio genial. Un sitio muy bonito donde comimos fenomenal. Las ostras gillardeau muy buenas y de muy buen tamaño. La paella de pluma iberica,foie y boletus un autentico placer,la mejor que he probado.Deliciosa!!! Sin duda volveremos

Cenamos chanquetes con huevo, para de pulpo y entrecot. Una experiencia para repetir.

Éramos una mesa de 10 comensales,la comida y la atención perfecta como siempre que hemos ido.

Impecable servicio y una gran calidad de producto hacen de este restaurante un local indispensable en Valdepeñas,buenas carnes,magnífico pescado fresco y excelentes arroces con una gran carta de vinos y buenos entrantes,cocina de mercado a un precio normal. Cuenta con terraza exterior

Un sitio espectacular en el que comer o cenar tranquilo. La comida estaba exquisita y los productos son de calidad, pero lo que se sirve no son zamburiñas, sino volandeiras. El único “pero” es que al sentarnos ya había en la mesa un plato de aceitunas y un pan que no nos preguntaron si queríamos y que nos cobraron más de 5€ por ello, cosa que no se puede hacer en virtud de la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios.

Reservamos mesa para dos adultos, dos niños y un perro pequeño. A las 14.30 horas un martes de agosto a 40 grados, calor para repartir .... Nos comentaron que la reserva sería en la terraza por ir con perro. Una vez llegados al restaurante, había muy pocos comensales en el interior, en la terraza NADIE. Comimos en la terraza y al preguntar por el tema de la celiaquía, bastante mal, no sabían muy bien lo que llevaba, lo que podía tener, etc. Todavía se creen que el gluten solo lo lleva el pan y empanados. Deberían de dar cursos a los empleados sobre temas de intolerancias, es muy serio. Nos pusieron una tapa que llevaba pan y le comentamos que no pusieran nada por el tema de intolerancias, nos trajeron una plato de queso buenísimo y sin cobrarlo. Calidad precio, muy bien. Comimos como los pavos, ya que la calor era inhumana. Tuvieron el detalle de poner un recipiente de agua al perro. Cada vez es más complicado viajar con mascotas y con intolerancias alimenticias. En la terraza debería de poner aspersores para este tipo de casos.

Hemos comido hoy y solo puedo decir.... Ole x el trabajo bien hecho la comida buenísima y el trato excelente las chicas son encantadoras Y lo recomiendo 100x100

La pluma esta riquísima, la carne te la hacen al gusto y la atención de las camareras muy buena, súper simpáticas y atentas