Restaurante Katena en Motril

La verdad que nos pareció estupendo, cierto es que no está a pie de playa pero la cocina es realmente buena, a destacar la paella. Cervecita victoria.

Muchas opciones de pescado para comer, puedes elegir la pieza tú mismo. Todas las raciones son muy grandes y se agradece. Los pescados tan tiernos que se deshacen. Las zamburiñas chiquitinas pero muy buenas. Para vegetarianos las migas con melón estaban impresionantes. Y la tarta de queso es de concurso. No os puedo decir más platos todavía, así que volveré. Ah! Calidad precio genial

Comida buenísima, los camareros muy atentos.Repetiremos

Sin tener reserva pudimos comer perfectamente 3 personas un domingo. En los chiringuitos de la playa de alrededor no tenían ya espetos (porque no es temporada) pero aquí sí pudimos pedirlos sin problema. Buen producto, buen servicio (hay muchos camareros para atender y todos atienden a todos) y precios razonables. Eso sí, la carta de carnes es muy escasa.

El camarero de dentro del salón muy amable y simpático, te responde amablemente a cualquier duda con la comida. El pescado era fresco y muy buena calidad. El precio para nada desorbitado teniendo en cuenta que es todo de muy buena calidad. Antes regalaban siempre un barquito para ensaladas parece que ya no. Muy recomendable este restaurante.

Cortés y buen servicio! ¡La sensación de estar en casa, donde eres bienvenido! ¡Y al mismo tiempo personal muy profesional! Especialmente Juan José es atento y muy encantador! Gracias a estos empleados, sólo quiero volver allí!!! ¡Gracias!

Hay dos modos de disfrutar de este restaurante, y ambos son válidos: 1. presupuesto medio, controlado, digamos el más común. 2. presupuesto generoso, quizá para una ocasión. Para el primer presupuesto recomiendo: boquerones abiertos, pulpo a la brasa -verdadera brasa, auténtico sabor del pardeamiento glicoproteico del molusco que ustedes veràn en directo-, unas almejas marinera -pidan pan extra, la salsa es exquisita, y la ración generosa y, tal vez, un espeto de sardinas, sencillas, humildes y sabrosas, todo ello acompañado por unas migas de sémola, gustosas y económicas. para el segundo, en fin, entramos en lenguaje con palabras mayores: quisquillas de motril (100 euros/kg, basta con 250-grs 300 grs), gamba roja de Alborán (idem precio); langosta (idem precio, así como el bogavante, pero con estos soberbios crustáceos marinos el peso lo determina el tamaño de la criatura que podrán seleccionar de los acuarios adaptados), y los meros, voraces, lubinas, el rape...todos en exposición, frescura autoevidente (míreles a los ojos...). el postre es relevante, sugiero, o bien mango o aguacate o chirimoya -son locales-; o bien la torta real de motril, a 8 euros la porción, pero muy rica. El precio de los vinos está en la media tomen un café acompañado de un "palito" de ron añejo montero (de Motril) con un trozo de caña de azúcar dentro. Aparcamiento amplio gratuito Buen servicio.

Seguramente el restaurante de playa Granada con mas variedad de pescados/mariscos de calidad, y respetando el genero y las cocciones. Muy recomendable tanto por sus amplios y diferentes espacios (dos comedores interiores y las mesas exteriores) como por la rapidez en servir todos sus platos asi como por la calidad de la comida. Espetos increíbles, zamburiñas, coquinas, almejas… todo perfectamente cocinado. Inmejorable. No dejéis de visitarlo!

Buena comida y destacamos la atención del camarero Enrique el argentino

Ha sido la primera vez que pasaba por ese restaurante, y siempre lo había visto lleno. Tiene aparcamiento propio y una gran terraza. En principio nos pareció algo caros los precios de la carta, pero cuando llegaron los platos vimos que todo era acorde. Volvería a repetir