17/01/2025: Es un restaurante buenísimo precio calidad sin lugar a duda, comparándolo con los de Barcelona ya que yo soy de ahi, y están muy atentos, volvería a repetir cuando vuelva sin pensarlo 👌🏻👌🏻
09/01/2025: Érase en el solsticio de una negra noche, unos camaradas y mi persona, hallémonos en plena dedicación al bebercio de mejunjes espirituosos.
Fruto de tales actividades lúdico sociales, clandestinas e imperativas, nuestros estómagos requisieron la ingesta de alimentos para rebajar el notorio nivel de embriaguez presente en nuestros organismos. Debido a la peliaguda casuística de los crecientes acontecimientos, uno de nuestros partenaires decidió que la mejor opción para acallar semejantes achaques, era pedir alimentos de este establecimiento proveniente del medio oriente.
No siendo yo un sabio en materia kebabística la cual nos atañe y reúne alrededor de esta hoguera figurada, sí he frecuentado diversos establecimientos de esta peculiar y reducida cultura, por lo tanto y dios mediante, me tomo la libertad de redactar esta reseña para que quede en los anales de la historia comercial de la gallarda villa de Benifaio.
He de confesar pues, queridos feligreses, que el inicio de la transacción comercial no pareciere que llegaría a buen puerto, puesto que el jóven mozo que nos atendió por el aparato celular nos anunció que los repartos a domicilio se demoraban del orden de una hora a una hora y treinta minutos. Ante tal osadía, afrenta, infamia e injuria, presumimos que la opción más recomendable era abandonar la calidez de nuestra humilde morada y trasladarnos por nuestros propios medios hasta el establecimiento fabricante de los ansiados durums. A señalar también, que el emplazamiento kebabil está situado en una zona en la cual por razones demográficas, históricas y socio culturales, dejar nuestros vehículos movidos a hidrocarburos para recoger los preciados manjares se volvió una tarea ardua y compleja.
Una vez nos personamos en el familiar negocio confeccionador de durums, nos sorprendió gratamente la limpieza, sobriedad y pulcritud del mismo, no haciendo ostentación de grandes lujos, pero con unos estándares superiores a los establecidos para este tipo de establecimientos.
He de denotar también pues, que, a diferencia de otros locales competidores de este reñido nicho de mercado, los parroquianos habituales allí presentes no pareciera que fuesen a hurtar tus pertenencias, ni tampoco se divisaban especímenes de dudosa reputación en el horizonte, puesto que en su gran mayoría se componía de jóvenes zagales con la cabellera en forma de brócoli y sus homónimas hembras de especie homo sápiens.
Y bien, llegados al momento de intercambiar nuestros maravedíes por semejantes obras gastronómicas, el consenso fue que el precio pagado, en el esquema y las líneas de fluctuación de los precios del mercado kebabil, se situaba más bien en el extremo elevado.
Pero lo que desconocíamos hasta el momento anterior a hincar nuestros incisivos en tamaños alimentos, era la explosión de sabor y placer organoléptico que estábamos por sentir cuando los bocados de carne y salsa atravesaban nuestras tráqueas.
Los sabores que emanaban estos alimentos bendecidos por la mano pakistaní que los había elaborado tuviere que ser de lo más sabroso que hubiere degustado jamás, amén de las generosas raciones servidas. es por estas razones por las que, a pesar de los pequeños inconvenientes que presenta este humilde bazar, sus calidades y buen hacer de sus regentes hacen posible y recomendable su estancia y/o/u su solicitud a domicilio.
Espero pues, que a consecuencia de este texto escrito de mi puño y letra, buenos acontecimientos sucedan a este humilde tasca de oriente medio.
Opera et gratia Domini Nostri in Benifaio, I.IX.MMXXV.