Restaurant Es Portio (Hotel Hostalillo), España en Palafrugell

Nos alojamos aquí el 25 de septiembre durante 7 noches y la ubicación del hotel fue inmejorable. Es realmente precioso. Todo el personal es muy amable. El desayuno en la terraza estaba muy bueno, con una buena selección de platos fríos y calientes. La comida del restaurante del hotel era pésima, así que solo lo usamos una vez durante nuestras vacaciones. La limpieza en todo el hotel era de cinco estrellas. El aparcamiento es un verdadero problema, pero conocemos la zona y ya habíamos reservado uno cerca. El verdadero problema para nosotros, y la razón por la que nunca volveremos al hotel, es el ruido de las habitaciones. Hemos viajado mucho a lo largo de los años, pero nunca habíamos experimentado algo así. No puedes dormir hasta que todos los huéspedes en 5 habitaciones cercanas se hayan retirado y estén dormidos. Se oyen portazos, muebles arrastrados por encima o por debajo. El ruido es horrible. Las paredes son tan finas que se oye a los huéspedes hablando, roncando y orinando en la habitación de al lado. El ruido del hueco del ascensor también es molesto. Todos los huéspedes fueron respetuosos al regresar tarde por la noche durante nuestra estancia, pero son las habitaciones y la distribución las que causan los problemas de ruido. Que Dios se ayude a cualquiera que tenga huéspedes ruidosos durante su estancia.

El personal, atento especialmente Tomeu, está en todo y muy eficaz!!!!

La comida no fue de mi gusto, lo siento.

Hotel con mucho encanto, un rincón muy acogedor, repetiremos sin duda.

El entorno es magnífico, pero ¿cómo es este camarero? Un desastre. Increíble, una persona tan poco acogedora y nada amable. Hacía mucho ruido detrás de la barra. Todos los presentes se miraban entre sí y alucinaban. Es imposible tener a un lunático así solo. Fue casi desternillante... En fin, no volveremos, aunque el entorno es genial y la sangría estaba buenísima. Una pena...

Pareja de cincuenta y tantos: Mismo nivel de apreciación que en las demás reseñas. Servicio y bienvenida: muy buenos. Ubicación: simplemente perfecta. Sin duda, deberían elegir las habitaciones con vistas al mar. Desayuno abundante y variado. Muy buen café. Buen zumo de naranja. Cóctel/bar: las vistas siguen siendo agradables. Nada de qué quejarse. Cena: Platos sencillos y buenos. Pescado fresco. Habitación: Obviamente anticuada, pero adecuada. Cama de 140 cm. Terraza magnífica. Inconveniente: El hotel tuvo en cuenta el olor a alcantarilla y lo solucionó, por lo que fue muy receptivo. Aparcamiento fuera del hotel, pero fácil de encontrar... en septiembre. Senderismo: Playa a los pies del hotel y punto de partida de una ruta de senderismo a Llafranc en 1 hora y 45 minutos, imprescindible. Recomendado

Hermoso hotel con una hermosa vista al mar Recepcionistas amables y sonrientes Habitación decente, pero mal aislada del ruido Desayuno decente con una agradable vista al mar, personal amable, demasiadas palomas intentando picotear los platos Recomiendo este hotel, muy buena relación calidad-precio

Nos hemos sentido como en casa. El servicio espectacular, y si quieres desconectar , es el lugar indicado. No necesitas ir muy lejos, para encontrar paz y tranquilidad. En el hotel lo tienes todo: vista impresionantes, buena comida , playa al lado y a nada del paseo maritimo de Tamariu.

Trato ejemplar,vistas increíbles,hicimos el menú,puntas de calamar al curry,ensalada de bacalao,y a destacar la paella,inmejorable.gracis por suamabilidad y su manera de atendernos a pesar de tanta gente,volveremos seguro

El menú si no estás alojado 32 euros, bebida aparte. El lugar es magnifico en sus vistas y muy cómodo. De segundo paella de marisco para 2 abundante y sabrosa, la ensalada de primero bien, las patatas con huevo,etc. prescindibles, blandas y aceitosas. De postre la crema catalana y las frutas estaban nos gustaron. el servicio correcto y amable. Un poquito mas ligero se agradecería.