Restaurante Hotel Bellavista Sevilla en Sevilla

La habitación está bien y la zona de la piscina me atendió un muchacho y me puso un zumo fue muy agradable cuando fuimos a entrar en el hotel nos atendió un muchacho correctamente pero hay una muchacha en recepción que es morena rellenita que cada vez que le preguntábamos algo al muchacho ella saltaba de malas formas y cuando yo le hablaba ni me miraba a la cara solo decirle que no son formas que por desgracia no estábamos allí por placer si no por una persona que tenemos en la uci y la única forma de estar cerca era estar alli creo que la empatia no es su fuerte hay muchos trabajos que no tenga que estar cara al público .

El hotel genial, única pega la distancia desde su ubicación al centro de Sevilla. En tu auto una media hora escasa

Experiencia muy buena, la piscina para mi gusto algo pequeña. El personal de 10.

Disfrute de su estancia. Personal amable y atento. Mis felicitaciones. El bar cerró demasiado temprano.

Fuimos en temporada baja en Sevilla, entonces el precio era muy bueno, está a las afueras, tiene muy buenos accesos y parada de bus justo en la puerta, que varios van al centro, pero son unos 45 minutos de bus, si vas en coche son unos 15 o 20 minutos llegar al centro de Sevilla. El hotel es bastante sencillo para ser un 4 estrellas, le falta algo de mantenimiento sobretodo en el baño, nos tocó bañera y la mampara estaba con oxido, la habitación teniamos una Suprema, y aún así era de tamaño normal y cama de 1,50 cm, muy cómoda eso es verdad, aire acondicionado que funcionaba perfectamente y una botella de agua de cortesía en la habitación el dia de llegada, con cafetera de capsulas también. Limpieza adecuada. El buffet del desayuno también sencillo, pero con un poco de todo, la chica encargada del buffet bastante seca para mi gusto, ni una sonrisa en ninguno de los tres dias que estuvimos, pero era correcta, mucho más agradable una camarera sudamericana que nos atendió y más atenta. En recepción, no recuerdo los nombres, la que nos atendió casi no hablaba nada ni nos explicó nada, por lo que su compañera que se dió cuenta, una chica brasileña muy agradable y atenta, nos explicó varias cosas y nos habló un poco, mientras su compañera nos hacía el check-in. En general es un hotel muy correcto, porque nos salió muy bien de precio y estaba todo limpio.

Es increíble, de donde yo vengo este lugar es muy lejos pero valió la pena, las habitaciones son increíbles, muy bien decoradas, son muy amables, la comida es increíble a pesar de que solo estuve una noche, solo cené y desayuné, fue increíble, y es muy recomendable.

Fuimos con mi familia y la experiencia fue muy buena. El menú del restaurante estaba delicioso y, aunque la piscina es un poco pequeña, resultó perfecta para relajarse. Quiero destacar especialmente la atención de la recepcionista Juliana, que fue muy amable con nosotros. Mientras sacábamos unas fotos, ella se ofreció a tomarlas para que pudiéramos salir todos juntos en la foto, un detalle que nos encantó. Sin duda, volveré a hospedarme en el hotel.

Estuvimos el lunes 18 noche y amanecimos el martes 19 de Agosto. Los chicos tanto del desayuno como los del almuerzo del martes muy serviciales todos. El señor que había en recepción esa mañana muy amable también. Su piscina aunque es pequeña, es perfecta para darte un refrescón!. El desayuno me pareció justo de calidad, aunque en realidad habían muchas cosas. Lo mejor de todo, que te entraba el café de máquina, lo cual se agradece mucho!!!! Gracias por todo!!.

La habitación estaba muy limpia y cómoda. El desayuno ofrecía mucha variedad y el hotel cuenta con parking. El trato de la camarera del restaurante fue muy amable. La recepcionista Juliana fue excepcional: nos recomendó lugares para visitar, nos prestó una plancha y mostró una cercanía y amabilidad que se echa en falta en muchos hoteles. Lo único a tener en cuenta es que el hotel no está en el centro, pero tiene la parada de autobús justo delante, lo que facilita el acceso a la ciudad.

La habitación era muy bonita, con agua y cápsulas de café de cortesía, y la cama era bastante cómoda. Lo que más nos gustó fue el servicio de la recepcionista, Juliana, quien siempre fue muy amable con nosotros. Al llegar, como hacía mucho calor, nos ofreció agua fresca e incluso tuvo un detalle muy amable con nuestra hija, dándole papel para colorear y lápices de Bobbie Goods, lo que la hizo muy feliz durante nuestra estancia. Juliana también habla portugués, lo cual fue de gran ayuda, ya que no hablamos español. Siempre nos recibió con una sonrisa y nos ayudó con todo lo que necesitábamos. Sin duda la recomiendo.