Restaurante Haydée en La Orotava

Visitamos la ciudad a finales de octubre. No voy a opinar sobre la comida, ya que estaba exquisita. El personal fue muy amable y nos contó la historia de cada plato y su conexión con la gente del lugar. Además, nos hicieron un recorrido por la cocina y el huerto, que fue impresionante; fue como ver el detrás de escena. Una experiencia inolvidable.

Fantástica experiencia. Menú degustación muy equilibrado, de principio a fin. La carta de vinos está acorde al lugar y ofrece opciones muy interesantes. Lugar muy recomendable

La mejor experiencia en un restaurante de estrella michelin de Tenerife.

Estrella bien merecida. Atención espectacular. Los platos muy muy sabrosos respetando la cocina local y además elaborada.

¡Una auténtica aventura! Cocina perfecta, servicio atento y amable, y una ubicación preciosa. ¡Absolutamente merecedor de una estrella Michelin! Es notable que Brigitte fuera la primera en usar el paquete sin alcohol. Hoy en día, un impresionante 40% de los clientes no opta por un maridaje completo de vinos. Así que esta es una excelente incorporación. ¡Enhorabuena!

La cocina de Víctor Suárez en el restaurante Haydée es de gran nivel y se nota la técnica detrás de cada plato. El servicio es muy profesional y el ambiente agradable. Quizá esperaba un poco más de sorpresa por tratarse de una estrella Michelin, pero en conjunto la experiencia fue muy buena y merece la visita.

Fuimos a cenar como experiència de regalo de cumpleanyos de mi mujer, desde la misma entrada nos atendio francesca,con un trato exquisito, despues en la sala Mario el metre pasando por Alfredo el sommelier y todo el equipo de cocina que nos entraron a observar como se cocinava todo, estuvieron siempre pendientes de nosotros, de que la experiència fuera unica y lo comsiguieron. Sobre la comida qie decir? Fue un paseo por la cocina de la gomera y Tenerife, un omenage en toda regla y todo exquisito, brutal. Se nota la pasión que ponen en su trabajo, nos encantó. Enhorabuena al equipo del Haydée.

Visitamos el restaurante Haydée y la experiencia gastronómica fue realmente interesante. Los platos se presentan de manera muy creativa, con un claro enfoque en los productos locales y combinaciones originales — se nota que la cocina busca sorprender tanto en sabor como en presentación. Es especialmente emotivo que el restaurante lleve el nombre de la abuela de Víctor Suárez y que sus retratos adornen las paredes, lo que aporta un aire de calidez y tradición. Un agradecimiento especial a Federica, que nos acompañó durante toda la velada con profesionalidad y entusiasmo, haciendo la experiencia aún más agradable. Solo hay algunos aspectos que podrían mejorar. Al estar ubicado en un hotel, resulta un poco incómodo que los clientes del restaurante no puedan usar el aparcamiento del mismo, teniendo que dejar el coche en un centro comercial cercano. Curiosamente, vimos que el propio Víctor Suárez también aparcaba allí, lo que demuestra que la situación no solo afecta a los comensales. La música de fondo (temas como Marc Broussard – “Home” o Rilan & The Bombardiers – “Trippin”) nos pareció un poco intensa para el ambiente de un restaurante Michelin; algo más ligero como jazz o lounge resaltaría mejor la experiencia. En general, Haydée es un restaurante con una cocina potente, un servicio atento y una bonita propuesta, que merece la visita para disfrutar de una experiencia gastronómica especial.

Una noche fantástica de buena comida y las historias detrás de cada plato, en un entorno maravilloso con un excelente Servicio, comida y vino. El Maitre Mario Perez lideró el camino con su entrega de las historias detrás de cada curso, el Sommelier Alfredo brindó consejos sobre qué disfrutar con cada curso y nos ayudó a probar algunos vinos y aperitivos locales, ambos complementados con el Servicio de Frederica. Para terminar la noche libre, nos llevaron a las cocinas para conocer a Víctor Suárez y su equipo, recomendaríamos a fondo esta excelente experiencia gastronómica.

Cuando nos dimos cuenta de que el restaurante abriría justo a tiempo para nuestra estancia en Gran Tacande, supimos que teníamos que reservar. Nos encantó la cálida bienvenida que recibimos, nos pareció muy personal. Fue encantador hacer un recorrido por la planta baja y escuchar la historia. Me gustaría comentar que deberían hacer más uso del área de abajo, posiblemente teniendo una muestra de algo/experiencia sensorial para aprovechar esa área. El comedor principal era hermoso, sencillo y perfectamente presentado. Yo diría que la carta de vinos es bastante intensa, con una gama tan increíble de países y precios, que fue un poco desalentadora. Sin embargo, el sumiller fue increíblemente servicial. Después de escuchar los vinos que disfrutamos y el precio que queríamos gastar, encontró el vino perfecto para nosotros. Ahora la comida, ¡guau! Cada plato ofrecía sabores locales increíbles y únicos. Los primeros platos se sintieron un poco apresurados, sin embargo, a medida que avanzaba la noche y todos se relajaban, más cosas fueron tomando forma. Para rematar la velada nos dieron un tour por la cocina y conocimos a los chefs, ¡toda una experiencia! Desafortunadamente, nos informaron que debido al sistema del hotel, las propinas no se podían agregar con tarjeta, solo en efectivo y nos sentimos increíblemente culpables por no poder agregar una propina con tarjeta. Hoteles Dreamplace, por favor arreglen esto, el equipo está perdiendo propinas merecidas desde la apertura. ¡Una noche inolvidable, simplemente perfecta!