Restaurante Gente Rara en Zaragoza

Puede ser que iba con unas expectativas muy altas y me quedé planchado. En cuanto al sitio nada que objetar, me gustó y la verdad es que era agradable. En cuanto al montaje de la comida, el hecho de pasar por dos sitios antes de llegar a la mesa y comer de pie en uno de ellos, me parece incómodo, ir pasando con la copa de la bebida por distintos ambientes. En relación a la comida, digamos que me pareció que había luces y sombras: en el caldo de la abuela, lo mejor el vino que te echan, el caldo en sí me pareció insípido, mejor el de cualquier abuela. En el resto de platos, hubo un poco de todo. Señalar el precio de los vinos en carta, con precios a partir de 45/50 euros o 10 euros por copa.

Una experiencia única, para regalarse y dejarse sorprender. Ponen mucho cuidado en los detalles, ha sido un disfrute continuo. Los platos expectaculares, la presentación única, y el gusto de saber que se cuida lo local y lo ecológico. Super recomendable.

Me ha dado más flow la cabeza de sabor en otros michelines pero se agradece una apuesta así en Zaragoza.. espero que mejoren:-)

Es un sitio único y la verdad que la comida y el trato son increíbles. Fuimos mis amigas y yo y nos gustó muchísimo, sin duda repetiremos.

Experiencia brutal!! Estaba todo buenísimo, sabores sorprendentes y trato impecable por parte de Cristian y todo el equipo. Volveremos seguro!!

Hace poco estuvimos en este restaurante y elegimos el menú Lunático. La comida nos encantó, y la cantidad fue la perfecta. El servicio fue muy bueno, atentos y agradables. Los vinos que nos recomendaron estuvieron muy bien, combinaban perfecto con los platos. Volveremos cuando cambie el menú 😊

Mucha variedad de platos, para diferentes gustos, una buena experiencia gastronómica, personalmente no me gusta mucho la casquería y quizás esto, eché para atrás a mucha gente sobre probar estos platos pero ánimo a todos a probar la experiencia. Tal vez yo me esperase algo más al tener una estrella Michelin pero decir que no salí defraudado, y los platos repito a pesar de que no me gusta mucho la casquería, no me disgustaron. No creo que repitiese pero es una experiencia que hay que probar al menos una vez.

Buena experiencia. Menú degustación largo con muchos platos. Cada uno de ellos con diferentes sabores, productos, combinaciones y técnicas. Detrás de cada uno de ellos, se nota que hay trabajo y reflexión sobre lo que se ofrece y como. Todo el menú es muy regular, sin altibajos. Aunque empieza (desde mi punto de vista) algo flojo. El plato de salmonete y el postre de manzana, son para lamí los mejores platos. Mención aparte el carro de quesos. Gran variedad, te adaptan los quesos a tu gusto y se incluye en el precio (algo hoy en día extremadamente raro en los estrella Michelin). Servicio en sala bueno y atento. Mención especial al chef y la jefa de sala. Se nota que son los propietarios, y dan ese plus de servicio, hospitalidad y preocuparse de los clientes. Buena carta de vinos, con buenos precios. El día que acudimos no estaba el sumiller, y el chico que servía los vinos me pareció lo más flojo de la experiencia. Sin predisposición a dar buenas recomendaciones, un tanto rara si forma de envinar y sin claras respuestas a diferentes preguntas sobre un vino o recomendaciones. Por último, el precio. 110€ me parece muy adecuado para lo ofrecido, sobre todo teniendo en cuenta lo mencionado en el primer párrafo. Lo recomendaría

Nuestra tercera visita a Gente Rara. Menú largo en esta ocasión. Todo rico, y elaborado, aunque echamos en falta un “hilo conductor”… una “historia”… o algo q argumente los pases. Es curioso que probamos más de veinte elaboraciones tan deliciosas, e innovadoras…. pero q no sabíamos muy bien lo que estábamos comiendo. Hoy, varias semanas después no recuerdo ninguno en especial 🙄 En mi opinión sobró algún pase (patata 🙄) y faltó algún otro (carne de Aragón 🥩) Sí q recuerdo los vinos, y a Félix 😉🍷, el sumiller. Un crack. Muy muy bien. En resumen, sí lo recomiendo como experiencia. Y al mismo tiempo creo que todavía puede ir a mejor. PCSSCP: 4 ✨✨✨✨ - Presentación: 5 - Cantidad: 4 - Servicio: 4 - Sabor: 5 - Calidad: 5 - Precio: 3

El local en una antigua nave rehabilitada, amplia y luminosa. Para mas de una pareja mejor reservar en mesa y no en barra. Tomamos el menú corto ( nos pareció mas que suficiente), nos gustaron sobre todo los aperitivos y los postres , sobre todo el helado de aceituna muy bien presentado, original y muy rico. El resto con altibajos, me gustó el ciervo con salsa, y no aprecié ni la liebre, ni el consomé , ni el salmonete ( original la presentación , pero soso ). Algunos platos son tan minimalistas que podrían suprimirse para servir raciones mayores de los otros, por ejemplo los embutidos de Aragón o la tartaleta de trucha , la degustación de quesos buena pero escasita. El servicio estuvo fenomenal.