Restaurante Garnata en Granada

Muy bien ubicado próximo a La Alhambra todo muy rico, carismo, platos muy escuetos

Evite comer cualquier cosa con arroz aquí. Está poco cocido. Demasiado caro para la comida de baja calidad.

La comida estuvo buena, me gustó más el bacalao y la sangría. El servicio fue bueno, atento y te ayudó con cualquier solicitud.

Uno de los mejores restaurantes que jamás visitarías, la comida es maravillosa y el servicio extraordinario.

Una joya, nada escondida, que se encuentra a unos cuantos pasos de la entrada a la Alhambra. Se trata del restaurante del Hotel de cinco estrellas Áurea Washington Irving de Granada. Llegué a este restaurante a través de la aplicación de El tenedor/TheFork, y no me puedo alegrar más por el acierto que tuve al reservar en el mismo. Platos de la cocina tradicional granadina, una atención de lujo, un ambiente tranquilo y relajado donde disfrutar de una buena copa de vino o de un postre que quita el sentido, son algunas de las experiencias de mi paso por el restaurante. Javier, jefe de sala del restaurante, nos dedicó parte de su precioso tiempo para aconsejarnos y sugerirnos platos que no estaban en la carta. Lo hizo de una forma más que profesional, como si fuéramos clientes de toda la vida, pues así nos hizo sentir y eso que no éramos clientes del Hotel. De hecho, volveremos próximamente a probar las croquetas, especialidad de la casa, o los quesos Montefrieños, de la Sierra de Granada, pero entonces hospedándonos en el Hotel, pues tiene que ser todo un placer.

Cuando llegas a un restaurante, en el que la calidad y presentación de los platos es magnífica y donde las sugerencias y atención del jefe de sala no pudieron ser más acertadas, esta puntuación es lo menos que se le podría asignar a nuestra experiencia en el restaurante Garnata. Si tuviera que resumir mi paso por el restaurante del Hotel Áurea Washington Irving es que nos sentimos como si hubiéramos estado en nuestra propia casa. De hecho, solo por esto, decidimos volver próximamente no solo a este gran resultante, sino a hospedarnos en el hotel a un paso y medio de la Alhambra.