Toda una experiencia. Veníamos de 4 días de ruta en bicicleta por Montañas Vacías siguiendo el recorrido de Tajo y fue como llegar a un oasis. El sitio rezuma pasión, buen gusto y está perfectamente integrado en la población. Tomamos un vermut junto a la barra disfrutando de buena música. El menú es ligero y pone en valor elementos “sencillos” de la zona de una forma magistral. Disfrutamos mucho la experiencia y estoy seguro que no será la última. Enhorabuena!!
v avila
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07 Junio 2025
10,0
Una sorpresa muy agradable en mitad de la naturaleza. Servicio perfecto, menu degustación a la altura de lo esperado con una relación calidad precio más que aceptable. Si vas por la zona merece la pena reservar y disfrutar de la experiencia.
Tomas Andreu
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23 Abril 2025
10,0
Un menú divertido y fresco, íbamos con una persona cargada de alergias y etcéteras y atendieron perfectamente sus necesidades. El menú fue llevado a cabo con precisión y mimo, respetando tiempos y con muy buen producto. Gracias por la experiencia y la atención.
Carlos Lechuga
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22 Abril 2025
10,0
El año pasado edite esta reseña,por motivos que desconozco ,no fue publicada, ahora lo intento otra vez porque considero que mi crítica es positiva.
He decidido comer en este restaurante recomendado,tenéis que reservar con tiempo.Cuando entras en el salón ,este tiene pocas mesas por lo que ese debe ser el motivo de reservar.Lo que me llama la atención es que las mesas no tienen mantel y los cubiertos están sobre la mismas ,las sillas son un poco incómodas para las 2 horas aproximadas que estarás ,ya que son de madera ,madera, y se te queda los traseros planos, el menú es degustación de 7 miniplatitos con diferentes sabores y es ahí donde el chef se destaca ,ya que se disfruta de estos, el servicio es atento y te explica la composición de los mismos.
El precio,es el punto débil , ya que és un poco alto, incluido el pan, la carta de vinos contiene referencias ajenas a la región, inclinándose sobre todo por caldos de otros países,a los que deberéis poner atención.
Conclusión, la labor de Álex y Olga para montar este restaurante en un punto de la provincia de Cuenca,se debe estar muy seguro debido a la competencia de restaurantes de gastronomía Conquense y esto es lo que valoro .
Mucha suerte en este proyecto.
luis morales
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01 Marzo 2025
6,0
Cocina y bodega con alma, como en casa.
Hay que ir! Espectaculares los guisantes!
Alex Sánchez
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26 Febrero 2025
10,0
Una joya escondida en Cuenca. Comida deliciosa, lugar entrañable y vino para recordar
Espe Bretón
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26 Enero 2025
10,0
Me preocupaban las reseñas anteriores, pero debido a la política de cancelación, era demasiado tarde para cambiar de sitio. Al venir a España, uno espera con ansias probar los muchos, interesantes y variados vinos de esta región. Sin embargo, la carta de vinos es casi exclusivamente francesa y los precios son bastante poco españoles. Quizás para compensar el escaso número de comensales, todo es demasiado caro. En casa bebo principalmente vino francés, así que no buscaba más de lo mismo. Sin embargo, había un vino blanco español que, casualmente, era el mismo que habíamos pedido el día anterior en otro restaurante Michelin de la zona. La única diferencia era que allí costaba 19 euros y en este restaurante 49. Lo pedimos y luego, quizás para convencernos de que habíamos comprado un vino muy especial, la camarera lo abrió lejos de nuestra mesa y lo degustó en dos copas separadas, como si hubiéramos pedido un borgoña blanco de hace una década. Sin embargo, uno no abre los vinos lejos de la mesa ni los degusta lejos de los comensales. En esencia, uno sentía que le estaban tomando el pelo antes de empezar la comida. En las otras cuatro mesas del restaurante, se bebía poco vino por razones que uno puede imaginar. El menú en sí costaba 65 euros, pero el pan no estaba incluido; otra novedad. Los ingredientes también eran de escaso valor: por ejemplo, una patata fría en caldo de vainilla, un pescuezo de merluza, champiñones, etc. El queso era aparte, y no nos atrevimos a preguntar cuánto costaba, así que simplemente terminamos el menú, evitamos el café y pagamos una cuenta que era más del doble que la del restaurante Michelin del día anterior, donde las generosas raciones obligaron al camarero a pedir que no pidieran más platos. ¡Una experiencia nada hospitalaria!
La goya escondida de Cuenca. Productos de calidad elaborados con delicadeza y siempre respetando el entorno y la temporada. Olga y Alejandro han conseguido que merezca la pena viajar hasta allí solo para disfrutar de una buena comida. Un espacio rústico y acogedor que te hace sentir como en casa. Las ortigas a la crema con caviar un espectáculo!
patricia sanchez
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12 Enero 2025
10,0
Sorpresa en un recognito sitio. Una carta de vinos peculiar que hay que valorar! Y un cocinero para sacar a hombros!. Unos callos de bacalao con leche y lavanda soberbios, un bonito en salsa de escabeche increíble y sobre todo ese arroz en caldo de codorniz con cocochas de merluza... sin duda volveremos!
Manuel Mesa
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11 Enero 2025
10,0