Restaurante Emilio en Hellín

Estuvimos comiendo, todo lo que nos pusieron nos gustó. Precio razonable y bien servicio

Sin duda alguna el hotel de referencia en Hellín, con un excelente restaurante y un buen servicio, recomendable.

Muy recomendable. Hotel (se nerece un 4*) y restaurante ( buena cocina), con regencia familiar, próximo al centro de Hellin; muy buena gestión por parte de la Dirección, atenta a resolver cualquier incidencia; amplio servicio, precio y amabilidad del personal.

Comí en el restaurante Me encantó la comida, muy, muy bueno todo, de diez El restaurante muy agradable al igual que el ambiente, los camareros muy atentos Sin ninguna duda recomendable al 💯 👍

Como siempre chapo no se puede poner un pero llevo 8 o 10 años pasando por aquí por trabajo y sin un problema al contrario gracias

Buen hotel donde hospedarse, las habitaciones limpias y confortables, la atención del personal muy agradable, hay sitio de sobra para aparcar. La cena degustación en el restaurante nos gusto mucho, el ambiente era agradable, la comida bien presentada y muy buena. Si volvemos a Hellín repetiremos seguro.

Un hotel muy confortable, una atención excepcional y súper amable en recepción por parte de Nerea, pasamos una noche increíble en su Suite Junior y tuvimos una cena muy completa con muy buena atención por parte de los camareros, los cuales estuvieron muy atentos a nosotros, yo repetiría sin duda.

He ido a comer y solo puedo hablar bien, tanto de la comida como del trato recibido por parte de los camareros. No puedo llegar a entender cómo hay personas que menosprecian el trabajo de los camareros, ya que hacen una labor fundamental

Cenamos dos noches seguidas aquí ya que todo estaba muy bueno. Destacar el trato de los camareros y de Carlos, muy profesional y cercano.

Hacía tiempo que no paraba a comer ahí, pues lo he hecho en varias ocasiones con mi esposa y otras en familia. Después de estar esperando un buen rato la respuesta de las camareras, pues nos dijeron que estaban a tope de trabajo, llega un señor, deduzco que era el jefe, y nos pregunta muy amable. Le dije que ya me estaban preparando la mesa, y sin más se dirige al personal y les llama la atención, pues en el comedor había mesas disponibles. Lo cual no les sentó muy bien y desde ese momento fueron a por nosotros. Después de más de media hora de espera, que tampoco tuvieron el detalle de ponernos al menos algo de beber mientras pudieran atendernos, nos toman nota de las bebidas, que nos sirvieron cuando les salió. Nos toman nota de la comida. Una ensalada de la casa (si pongo yo en mi local una ensalada como esa "de la casa") quito las ensaladas de la carta. Un calamar rebozado, que aparte de estar la mitad fríos y la otra bien de temperatura, la fría más dura que la piedra, era tubo. Le pedimos pan tostado con ajo y pimentón para acompañar con el ali-oli que venía con el "tubo". Y también pedimos solomillo de ternera, uno al punto y otro bien hecho, con salsa a la pimienta (no había más opciones, de salsa). El de al punto, exquisito de verdad, pero el otro, no era solomillo (era lomo bajo), pero para tener la fiesta en paz, no dije nada. Cuando íbamos por la mitad de la carne, después de avisarle varias veces lo del pan tostado, nos trae la chica un cesto de rebanadas de pan tostado, eso sí, pero no como yo me esperaba con su aceite y pimentón. En fin, no me esperaba ese trato y ese bajón de calidad en este establecimiento que siempre me atendieron de diez. Sin más un saludo.