Restaurante El Mirador en Formentera

Restaurante con encanto por su ubicación en la Isla de Formentera. A nivel gastronomía lo recomiendo en especial con el pescado! La entraña estuvo bien y las costillas de cordero también, pero lo recomiendo 100% en pulpo, mejillones, dorada a la plancha y a la sal. Platos muy completos y con buena cantidad, incluyendo las ensaladas. Trato camarer@s un 10, muy atentos y muy amables. Y que voy a decir de l@s cociner@s, pues un 11. Repetiremos experiencia en este bonito lugar.

La vista es absolutamente increíble, sin duda la mejor de la zona. Sin embargo, la comida y el ambiente en general son bastante descabellados. Con una vista tan impresionante, el lugar realmente merece un diseño más cuidado y una comida de mejor calidad.

L@s camareros muy atent@s y agradables. La comida muy buena y el lugar lo más. IMPRESIONANTE. Esperamos volver pronto.

Comida y vistas espectaculares! Recomendable 100% para una cena preciosa

Un restaurante con magníficas vistas de Formentera. Estuvimos en la terraza en primera línea y pudimos disfrutar del paisaje. Comimos el provolone con sobrada, la presa, el entrecot y la carrillera. Toda la comida estaba buenísima y fuimos atendidos por Lucía que su servicio fue exquisito. Sin lugar a dudas repetiremos en otra ocasión.

Las vistas espectaculares. Los Camareros super atentos. Las raciones muy grandes y de muy buena Calidad! Un 10.

La paella estaba deliciosa y la porción era excelente por el precio. La vista era impresionante y la bodega era estupenda.

Una experiencia genial. Hemos estado cenando en segunda línea y las vistas eran inmejorables. Pedimos el gallo encebollado por recomendación y no podríamos haber acertado más. El personal muy atento y amable, especialmente Alba que ha hecho mucho mejor la experiencia. Sin duda para volver.

Excelente enclave para disfrutar de una buena cena durante la puesta de sol. Buena cocina y servicio extraordinario de Estefanía, una chica de Granada que nos atendió con profesionalidad y simpatía.

Lo avistamos de casualidad, en nuestra primera visita a Formentera, subidos en "el pandino" en dirección hacia el Faro Sa Mola. De vuelta, paramos con la "necesidad de observar esas maravillosas vistas que tiene el lugar de toda a isla, como si fuese una "pajarita" de tierra hecha en el mar... Posee una carta muy variada y extensa que promete sabores de la tierra y que te hace "salivar" solo de pensar en ellos. Nos decidimos por unos calamares a la andaluza y un arroz negro...lo que pensábamos, nuestro paladar lo "festejaba". Referente al servicio, es un placer que te hagan sentir bien con tanta amabilidad y mostrando en el rostro esa alegría tanto Alba como Estefanía, a las que les quedamos agradecidos. Y por último, la "cuestión económica", totalmente razonable para compensar todo lo anteriormente explicado. Bonita casualidad...