Restaurante El Gallo en Nívar

Comida casera muy rica y servicio increíble.

Bonito lugar muy tranquilo El servicio bien ,correcto Me sorprendio en vermut, estaba especialmente bueno El precio está bien

Me parece una muy buena idea dedicar unas jornadas a una gastronomía específica, se evita colapsar la cocina y una experiencia ideal para el cliente. Enhorabuena.

No sé cómo empezar.... es un restaurante al que hay que ir al menos, un par de veces al mes para aprender lo que es una cocina, un producto y un servicio de verdad. Empezamos con las croquetas surtidas (1.5€ la ud), dátiles y roquefort (cremosas y perfectas), espinacas (inmejorable sabor conservando la textura de la espinaca), setas (maravillosas) y gambas al pilpil (geniales!!!); continuamos con ensalada césar, auténtica, ligera, sabrosa y fantástica; culminaron entrantes con un plato de guiso del día (estofado de ternera, que no se si sería cadera o babilla pero era mantequilla al igual que las papas) que poco envidia a los que hace mi madre. De segundo fuimos a algo fijo, 1 kg de carne (pollo, cerdo, conejo y cordero) por probar un poco cómo hacen en el rte las diferentes carnes... y mejor imposible, un conejo para nada soso ni seco, las chuletillas de cordero buenísimas y el pollo y el cerdo muy muy sabrosos con una salsa ajada... sublime. De postre nos sugirieron un tiramisu de fresones; simplemente delicioso y con fresones de verdad, no siropes ni aromas como el muchos sitios... aquí se notaba que tanto el sirope de fresa como el postre en general ha sido hecho artesanalmente y con profesionalidad. Destacar sobretodo la atención de ese magnífico servicio, amables, profesionales y buenos recomendadores, que no dudan en decirte si llevas demasiada comida o no, porque ellos se nota que buscan la satisfacción del cliente, y no la cartera. Nos engancharon para venir otro día porque básicamente sacaron arroces con entrecotte de vaca vieja (tenían más variedades) y lógicamente iremos a pasar un mal rato con semejante maravilla qe vimos. Buen trabajo señores, tanto a cocina como a sala, y a vuestras 2 generaciones pasadas que por lo que veo, marcaron muy bien el camino a seguir para ser excelentes. ENHORABUENA

Cada vez que voy...más me gusta.....pero también a más gente....se llena el fin de semana..pero atienden muy bien..y con simpatía....todo OK

Un restaurante de alta cocina a precios asequibles para todos los bolsillos, con premios culinarios. Las croquetas de muerte, los callos de ternera (que a mi no me gustan normalmente los callos), están espectaculares, que decir del arroz y el cachopo para quietarse el sombrero, comer allí es un espectáculo para las papilas gustativas, VOLVERÉ.

Restaurante que no falla, la comida está deliciosa y la atención es muy buena. Hay que reservar con mucha antelación porque suele estar muy concurrido. Descartar el mes del cachopo, una pasada.

El cachopo un nueve, el chorizo otro nueve. Las patatas fritas quemadas, nos las tendrían que haber cambiado. Con el tema gluten, no tienen cuidado ni está formado el servicio.

Maravillosooooo, la comida excepcional. El trato exquisito y las croquetas y los calzots.............. espectaculares. Muy recomendable. Volveremos!

Tenía muy buenas referencia y se cumplieron con creces las expectativas. Tiene una carta que, sin ser vanguardista, sí que demuestra inquietudes culinarias, cosa que se agradece para varias. Por ejemplo, las croquetas de gambas al pil-pil son francamente buenas y no se ven a menudo en otros sitios. El servicio es amable, atento y profesional y los platos no se demoran más de lo debido antes de llegar a la mesa. El codillo, las migas o el entrecot de vaca están francamente logrados, la carta de vinos tiene referencias interesantes y, para rematar (en lo positivo) la faena, no es nada caro. Todo un descubrimiento. Ni que decir tiene que intentaré repetir.