Restaurante El Coso en Granada

La atención del camarero de terraza excepcional al movernos al interior por posible lluvia y el servicio interior muy bueno, rápido y la pastela el arroz de verduras meloso perfectamente elaborados.

Gran variedad en tapas,las de invitación y las de carta,nos ha gustado mucho.El trato del camarero (Cristobal) de 10 súper amable,simpático y muy profesional,da gusto ser tratados y atendidos así,sin duda repetiremos!!Gracias!

Una de cal y otra de arena. Nuestra primera visita fue al mediodía y entre semana y había pocos clientes. La atención fue buena y la comida (a base de unas tapas especiales que tienen) excelente. Nos fuimos tan satisfechos que decidimos que teníamos que volver ya para comer y así lo hicimos a los dos días, en la festividad de Todos los Santos. La terraza estaba completa, entre 50 y 60 comensales y vimos cómo se levantaba una familia al completo de una mesa pendiente de retirar y limpiar y pensamos que habían terminado y ya se iban y nos sentamos. Resulta que se fueron porque, según ellos, llevaban mucho rato esperando y nadie les atendía. A nosotros nos retiraron todos los vasos y platos de la mesa pero no la limpiaron. Lo pedimos en una ocasión y otra más cuando nos trajeron la primera consumición y nada. Al final optamos por limpiarla nosotros con servilletas. Tras pedir la carta un par de veces no la conseguimos hasta pasada una media hora sentados. Los tiempos que doy son de reloj, no se me ocurriría exagerar. Por otra parte, y como no podría ser de otra forma, empatizas con las únicas dos personas que había atendiendo tan poblada terraza (una recibiendo a los clientes, tomando nota de la bebida, tomando las comandas, las segundas consumiciones, postres, cafés, etc ... y sirviendo lo que le iban entregando desde dentro del local y otra sólo sirviendo bebidas y platos). Eran muy amables, tranquilos (no entiendo cómo no estaban estresados) y eficientes. No paraban de dar viajes pero, a todas luces, eran insuficientes para atender a tanta gente. Este es un mal endémico de nuestra ciudad. No se puede ni se debe generalizar, pero es muy habitual este problema en Granada. (El fin de semana anterior estuvimos en Sevilla y, en este aspecto, es otra historia). Mientras esperábamos pacientemente se levantaron, desesperadas, otras diez personas que habían ocupado una mesa que se había quedado libre. A los 65 minutos entré dentro y a la persona que había en la barra le dije que no me parecía lógico ni correcto que tuviesen sólo a un empleado (ella, que fue correctísima conmigo, me corrigió diciendo que eran dos, lo cual era cierto, pero uno de ellos no tomaba notas) para atender a tanta gente. Que llevábamos desde las 14h45' hasta las 15h50' y aún no nos habían tomado la comanda. Me preguntó que en qué mesa estábamos (éramos dos) y, sobre la marcha nos trajeron la tapa de cortesía (que aún no nos la habían puesto) y nos tomaron nota. Salieron dos camareros más a la terraza y nos trajeron toda la comida en un momento. Esto, es lo que me ha hecho bajar lo que podría haber sido una excelente valoración. La comida, sobresaliente (así que la cocina, funciona). El ambiente inmejorable (barra, mesas-barril en alto cerca de la barra, salón interior con mesas y una terraza con solecito, sombrillas y árboles y sin tráfico de vehiculos cercano). El servicio, insuficiente, si bien es cierto que al notificar el problema, balancearon el personal entre el interior del local y la terraza, pero ya llevábamos más de una hora esperando y tuve que pasar por ese mal trago. Entre los dos días hemos probado las siguientes tapas gourmet: pulpo a la brasa, croquetas de txangurro, pastela, secreto a la brasa y croquetas de rabo de toro. Todas muy bien elaboradas y presentadas. La relación calidad/cantidad/precio, buena. Las tapas de cortesía buenísimas también (unas albóndigas en salsa el primer día y ensaladilla rusa el segundo). Y te sirven tapa también con la segunda consumición aunque estés comiendo. Es de agradecer. Pedimos también un tartar de atún con algas que estaba buenísimo pero ... muy escaso (en la foto se puede apreciar, un poco más grande que una rodaja de limón). Por 26 euros que te cobran, deberían poner más cantidad. No está en sintonía con las cantidades/precios de otros restaurantes de la ciudad (este plato ahora lo sirven por doquier). Y el primer día, una tarta de chocolate negro (que en realidad era un coulant) con naranja que estaba de diez. Lo dicho, nos hemos ido con un sabor agridulce.

Comida excelente y el personal fue de lo más amable. Un gran sitio para pasarlo bien en un sitio encantador 👍

Comimos correctamente pero tampoco nos emocionó. El sitio esta muy bien (los bajos de la plaza de toros), el servicio también estuvo bien pero la comida, siendo correcta, no era para echar cohetes

Muy ricas las tapas y mejor aún el servicio. Me atendió Cristóbal, súper atento y simpático. Me atendieron muy rápido y el sitio es precioso!

Nos encantó el local, muy bonito y con muchos detalles cuidados con mimo Los dos camareros que nos atendieron fueron muy atentos y ágiles. La comida exquisita y los postres muy buenos con raciones ¡para saborearlos!

Nos captó Claudia, muy simpática, en mesa, Maribel, Máximo y un poco Joa y Patri, excelentes. Puntillas, entrecot, tellinas y una buena mariscada. Para repetir.

Estuvimos tomando tapas , muy buen servicio y una temperatura ideal

Su especialidad el arroz con pulpo y el entrecot de vaca madurada, muuuu madura la vd