Restaurante Dunas de Famara en Teguise

Qué buena comida, vale la pena el precio. Es completamente fresco y capturado o cultivado localmente. Me encantó mi pescado del día, la piel estaba dulce y la carne tan tierna que se derretía en mi boca. Mi pareja probó el rollito de cabra por primera vez y le encantó. El servicio fue excelente, siempre registrándose y teniendo una buena charla. Definitivamente vale cada centavo.

La comida estaba buena pero el precio un poco disparado. Muy bonito....un día es un día....

Fuimos a comer , Jesús quien nos atendió súper agradable el servido de 10. En cuanto a la comida pedimos una ensaladilla de batatas con pico de gallo BRUTAL, y la MORENA flipante por lo crujiente y buen sabor que tenía.

Excelente restaurante en un hermoso entorno con vistas de 180 grados al océano. Cocina refinada basada en productos frescos

El sitio me encantó, la comida estaba muy rica recomendaría las croquetas (tanto de carne como de pescado) la ensaladilla de batata (el plato que más me sorprendió) , el queso frito, el puerro confitado… y el pescado del día No lo probé personalmente pero el cochinillo también dicen esta muy bueno Las raciones son bastante grandes por lo que cuidado, una ración de 2 de pescado la compartimos 4 y dio más que suficiente. Con vino y demás salimos a 40 px lo que teniendo en cuenta el sitio es más que razonable El venture es súper agradable, si podéis pedir en la terraza recomendable 100% aunque importante reservar porque se llena Lo único que diría a mejorará es la atención al cliente, aunque con muy buenas formas, tardaron mucho en atendernos y en traer la comida, primeros y segundos muy separados, se olvidaban de cosas… pero en general una buena experiencia

Platos de muy buena calidad, con una magnífica vista a la Bahía de Famara.

Restaurante único, hay que ir. Producto fresco y camareros muy profesionales que saben de lo que hablan. Volveré

Almorzamos allí dos veces durante nuestra estancia en Lanzarote y estuvimos encantados cada vez. El lugar es magnífico y la terraza del restaurante tiene unas vistas fantásticas al mar y a los acantilados al costado. Probamos el menú experiencia y fue un auténtico placer de principio a fin!! Por segunda vez comimos el pescado del día, un trozo enorme que el camarero preparó bien delante de nosotros para quitarle las espinas (¡enormes!) y demás. El equipo es amable y conoce bien los platos y productos que se ofrecen. ¡El servicio algo lento te da tiempo para disfrutar de la terraza y de los platos que se ofrecen! ¡Nos hubiera gustado quedarnos aún más tiempo!

PRECIOSO sitio con un GRAN margen de mejora. LO BUENO: - Espectacular decoración del salón, simplemente preciosa. - Terraza con buenas vistas. - Comida correcta. LO MALO: - El precio es alto. - El servicio, a pesar de no ser incorrecto, si que tiene mucho margen de mejora, estaban demasiado estresados, se les notaba demasiado que iban de aquí para allá, demasiado desbordados para ser tantos y no estar lleno el local. - Dependiendo del día que vayas no es sencillo aparcar.

Llegamos a las 14.20- 25, con reserva dos personas y un bebé de 3 meses en un carrito. Nos llevan a la terraza, al sol. Amablemente pregunto si nos pueden cambiar a un lugar con sombra, buscando una solución sin ponernos problema y nos sientan dentro en la terraza cubierta. Genial. Nos traen la carta, nos toman nota de la bebida al rato. Pedimos una copa de cerveza y una botella grande de agua sin gas. Al rato, tras preguntar un par de veces si nos pueden tomar nota de la comida nos traen una jarra de cerveza, y una botella pequeña de agua. No he contado cuántas veces he preguntado a distintos camareros que iban “como pollo sin cabeza” si por favor nos podían tomar nota de la comida. Creo que han sido por lo menos 5-7 veces entre mi marido y yo. Cuarenta minutos más tarde, el único camarero amable y profesional que nos ha atendido nos ha tomado nota de los 3 platos que hemos pedido. Literalmente nos han traído un plato por hora. Unos huevos fritos con langostinos, queso frito y el arroz. Dos horas y media para tres platos. La comida correcta: langostinos escasos, queso llevaba un ratito hecho aunque mantenía el crujiente y el arroz negro algo sabroso pero bien de cantidad y justo de cocción. Entiendo que era domingo, pero supongo que dar una atención de calidad es mejor que en cantidad porque ahí no paraba de entrar gente. Hemos contado unas 40 mesas, el 80% a la vez activas, y los camareros pocos y mal coordinados. Para lo único que han tardado poco es al traernos la cuenta, no vaya a ser que nos fuéramos haciendo “un simpa”. Por lo menos hemos disfrutado de las vistas.