Restaurante Conny en San Cristóbal de La Laguna

Sencillamente espectacular. Cada plato era una obra de arte, tanto en presentación como en sabor. Ingredientes frescos, combinaciones creativas y sabores perfectamente equilibrados. Volveré sin duda!

Caro, pero valió la pena. ¡Lo disfrutamos muchísimo!

Un absoluto descubrimiento. Todo el personal es muy amable. Disponen de dos menús cerrados que cambian cada semana, uno corto de ~36€ y otro largo de ~52€, que no incluye ni pan ni bebida. La calidad del producto, del cual la gran mayoría de origen local, es excepcional y todo estaba fabuloso.

En Conny, redescubrí los sabores de casa, pero con un toque diferente. Cada plato refleja la tradición, reinterpretada con toques modernos que sorprenden sin abrumar. Servicio amable, ambiente cálido: te sientes a gusto al instante.

Muy recomendable, propuesta única y original en la isla donde un cocinero y un camarero lo hacen todo; solo hay ún menú que varia todas las semanas.

Menu muy bien eleguido y equilibrado. Sala muy agradable y excelente elección de la vajilla. Sorprende mucho en cada plato.

Como sugerencia el menú largo de hoy está mal estructurado. Después del solomillo de cerdo no debería ir un guiso de vaca pondría un pescado refrescante y menos cuando el postre es un Brownie. Gracias.

Excelente restaurante! Nos gustó todo: la comida estaba deliciosa, el ambiente era agradable y el personal muy amable. Sin duda volveremos!

Gran descubrimiento. Muy ajustado en precio para la calidad que ofrecen. Hoy fue la 1ra vez, y será de muchas. Jurel sobre una crema de "espárrago de mar" para empezar, pulpo con piña con una espuma de jengibre, de las carnes el magret estaba estupendo, y el postre, goloso, goloso. El pan (2 tipos, hecho por ellos), mantequilla, olivas de Aragón y la sal de Lanzarote, abrieron el camino. Y regado con un vino de Tacoronte-Acentejo, el ensamblaje 1 de la Bodega LoHer, que fue un acierto para el maridaje. Actualización 14/02/25. Volvemos a Conny, con menú especial (un pase más) por ser Día de San Valentín. De nuevo: tremendo. Me encanta la mezcla de sabores que usa Oliver con los cítricos y el uso del jengibre (esta vez: ¡confitado!). Siempre en algún pase encuentras esas sorpresas. En el menú, la ostra fue un acierto, y el magret de pato para acabar, insuperable (parece que le tiene cogida la medida, porque repitiendo el ingrediente ppal., nada que ver con el que probé la 1ra vez). El resto de pases, mantuvieron el buen nivel. Tengo que volver, pronto.

Cenamos el menú largo y todos los platos estaban muy buenos, a destacar quizás el cordero a baja temperatura. El camarero nos aconsejo un vino, viña Estevez 100% baboso negro. Todo un acierto. En todo momento estaba pendiente del estado de los platos y si estábamos agusto, cosa que fue así durante toda la cena. El restaurante es amplio y tiene mucha separación entre mesas. La relación calidad precio del menú es buenísima. Esperemos volver a la isla y si es así donde seguro que volveremos,será al Conny.