Restaurante China Town en Carmona

Muy buena comida china auténtica.

Restaurante una mezcla de oriental y andaluz en la decoración algo curiosa El servicio muy bueno y el producto de calidad .Buen trato y buena calidad precio.

Auténtica comida china preparada por el dueño, de Pekín, y su esposa. Se puede ver a la encantadora pareja envolviendo dumplings a mano en la parte trasera. Más tarde, empezamos a charlar en mandarín sobre su vida anterior viajando como músico y cómo aprendió la voz de cabeza en Europa. Si no te importa la decoración, el servicio y la comida son excelentes y valen la pena si necesitas algo de comida asiática en plena España rural.

Buen lugar para comer si no solo quieres tapas, es muy acogedor y cuando entras te atienden muy bien, y lo mejor es cuando el dependiente viene a darte el hielo con su cubito. Esta bastante vacio (a veces) pero no os dejéis engañar, es buen sitio y tranquilo.

La comida espectacular, la atencion tbn, sea pedido por telefono o comer alli. De los mejores chinos de toda Sevilla.

Si alguna vez te has preguntado cómo sería cenar en el plató de una película post-apocalíptica con toque oriental, este restaurante es tu respuesta. La comida, curiosamente, está bastante buena —uno sospecha que las recetas vienen de la abuela, aunque el entorno grite lo contrario. El dueño, un tipo entrañable, te recibe siempre con una sonrisa... y con su ya mítica camiseta de tirantes, que ha debido de sobrevivir a más batallas que el propio local. El ambiente es íntimo —no por diseño, sino porque siempre estás solo. Tal vez los demás clientes sepan algo que yo no. La decoración vintage, por decir algo amable, necesita urgentemente un viaje al siglo XXI (o al menos al siglo XX). Y la limpieza… bueno, digamos que si el polvo pagara alquiler, el negocio estaría en auge. Ideal para los aventureros culinarios con buen estómago y baja sensibilidad estética. Volveré… cuando renueven, o cuando me apetezca un plato de buen arroz frito con un toque de decadencia artística.

Fuimos a cenar mi padre, mi pareja y yo, y la experiencia fue excelente. El ambiente es muy hogareño y acogedor, transmite una sensación de calidez y familiaridad que se agradece. El marido atiende al público y, por lo que pudimos intuir, su mujer está al mando de la cocina: una combinación que funciona muy bien. A pesar de algunas reseñas negativas que habíamos leído, él fue muy amable y atento en todo momento, tanto durante como después de la cena. Se nota que se preocupa sinceramente por el bienestar de los clientes. La comida nos pareció deliciosa y casera, preparada con mimo. Da pena que se les juzgue tan duramente cuando es evidente que hacen todo lo posible por ofrecer un buen servicio y una experiencia agradable. Venimos desde Canarias, pero si volviéramos por la zona, repetiríamos sin dudarlo.