Restaurante Casa Portuguesa en Vigo

Comida muy sabrosa, con excelente amabilidad.

-¿Subes a casa a tomar la última, cariño? Alba anda de viaje con el novio y lo cierto es que la cena me ha desvelado un poco. Estoy un poco inquieta, anda, hazme compañía un rato. -No quisiera incordiar, Mar, ya estarás cansada - dije. Siempre he sido un clásico hasta en las disculpas. Lo cierto es que habíamos recorrido hasta su portal cogidos de la mano la noche más estrellada que había visto jamas y al iniciar el ritual de despedida me insistió: -Sube un rato, anda, aún es mi cumpleaños. Primero pensé en declinar cortésmente la invitación pero después reflexioné en que a una Escorpio no se le puede negar nada el día de su cumpleaños; luego me cayó un largo beso con lengua como para ayudarme a decidir y no pretextar más excusas. Y no menos importante, porque yo mismo me moría de ganas de más, de que el día no acabara en la puerta. -Sabes que no soy de los que se hacen invitar a casas ajenas - dije -; tampoco quiero cultivar una fama de asocial. -Me tiro meses pensando en el menú - dijo - Me gusta recibir invitados; excepto cuando están mi hija y su novio. Yo soy una persona muy tímida aunque hable por los codos. En mi casa me siento más segura a la hora de socializar. Aunque te diré que tengo casi siempre a los mismos porque no me gusta enseñar la casa cada dos por tres y mis amigos ya la conocen de sobra. Y si la comida se alarga hasta convertirse en cena, unos cojines, unos puff y las esterillas de pilates de Alba y mía se convierten en camas improvisadas. -Y en tu casa puedes fumar. -Tu sabes que fumo mucho y tampoco comulgo con esas chorradas de dejar el calzado a la entrada. Yo les digo que hagan lo que les salga de los huevos pero que recuerden que aunque no se les vea ni se les oiga tengo vecinos. -La comida estuvo muy bien, ¿verdad?: el caldito verde, os pastéis de bacalhau, ¿se pronuncia así?, el bacalhau a brás, o queijo da Serra, o vinho verde. -¿Cómo dices que se llama? -Restaurante Casa Portuguesa -Si, se come bien, tengo que apuntar el nombre, no lo conocía y la verdad es que me ha encantado.