Restaurante Casa Brito en Arucas

La comida en Casa Brito estaba deliciosa. Cada uno pidió un aperitivo, un plato principal y un postre. Además, nos sirvieron un panecillo antes de la comida. Los camareros hablaban inglés, lo que facilitó mucho el pedido. El ambiente era encantador y no parecía haber un código de vestimenta estricto. Es recomendable reservar con antelación.

Experiencia inmejorable, comida espectacular, trato maravilloso por todos los trabajadores y un ambiente muy tranquilo. Repetiré seguro

La comida es increíble,el postre de mis favoritos, un poco ruidoso cuando está lleno

Nivel TOP SUPERIOR ... La mejor experiencia grastronómica.

No me pareció a la altura de las expectativas Michielin que genera. El servicio muy atento. El vino de la casa “el rivera” no lo pidan. ENTRANTES: la ensaladilla muy muy rica… por favor pídanla fue LO MEJOR de todo lo que pedimos. El chorizo deja mucho que desear, como de feria. Las croquetas variadas: muy rica la de espinaca, el resto sin más. PLATOS: el arroz meloso muy plano, le faltaba algo. El vacío difícil de cortar aunque en boca no estaba mal. POSTRE: nos recomendaron el tocinillo, plano sin gracia. Igual se me juntaron las malas elecciones de los platos con las altas expectativas de las placas michelin que te reciben a la entrada.

El mejor restaurante de toda Gran Canaria. Muy buena calidad en carne y en toda su carta. Un servicio impecable y un muy buen ambiente. No me cansaré de ir. Enhorabuena 👌🏼

De 10 la experiencia culinaria, muy bien asador con gran producto.

Un lugar de renombrado prestigio . Comimos muy bien, buena calidad , variedad de platos, platos aptos para vegetarianos . Recomendable

Espectacular! No he probado mejor carne en mi vida, ni en restaurantes ni en casa. Pedimos de entrantes el queso de pequeños ganaderos, riquísimos los 3, y el variado de croquetas de la casa, riquísimas todas y bien de cantidad. De plato para compartir los dos, chuletón de lomo alto de ternera nacional... Eso es un manjar de dioses! Poco hecho como lo pedimos y era pura mantequilla... Se deshacía en la boca. De guarnición, patatas paja, pero son de verdad... Riquísimas también. El trato es exquisito. Difícil de encontrar trato igual, tanto en amabilidad, como en eficiencia controlando los tiempos entre platos. El único pero que les pongo es que sirven algún tipo de carne a la piedra y el salón se llenó de humo en un momento. Por suerte ya estábamos con los cafés y no nos estropeó el disfrute de la comida. Precios acordes a la GRAN calidad. Repetiremos, ya que tanto la carta como lo que tienen fuera de ella, es muy amplio y todo suena magnífico.

El restaurante es muy bonito y todo muy limpio. La atención desde que llegas, es maravillosa. El comedor es amplio, y las mesas con mantel y servilletas de tela, cosa que sigo apreciando mucho. Pedimos ensaladilla rusa con gambas cristal de entrante, muy rica y sorprendente el toque que le dan las gambitas. De plato principal decidimos pedir solomillo de vaca rubia, pero nos hicieron una recomendación, y decidimos cambiar al solomillo de angus a la brasa, que estaba excepcional, el mío acompañado de pimientos a la brasa, carnosos y sabrosos. Los postres, tanto la tarta de queso como el cremoso de yogurt, muy buenos. Acompañamos con un buen vino de Gran Canarias. La relación calidad-precio, muy buena. Totalmente recomendable, y si regreso a Gran Canaria, repetiré la experiencia seguro!