23/11/2025: Visitamos el restaurante del Club Náutico Séstanyol para comer un domingo de noviembre. Desde el mediodía, estaba bastante concurrido, tanto dentro como fuera. Al parecer, muchos vecinos de los alrededores frecuentan el restaurante, así como muchos miembros del club de la comunidad marítima.
Nos sentamos en la terraza al sol, disfrutando del sol durante los meses más fríos. El menú no dejaba nada que desear. Probamos vieiras, sardinas, chipirones, fish and chips, ensalada de queso de cabra y una especie de carpaccio. Todo estaba de muy buena calidad y delicioso. ¡Combinado con la ubicación y las vistas del puerto bajo el sol, era difícil de superar!
Gracias. Volveremos.
06/10/2025: Llegué al restaurante por la tarde, cuando la luz dorada empezaba a pintar los barcos del puerto frente a mí. Ya nada más entrar noté que ese sitio tiene mezcla de mar y aire de club náutico: mesas al aire libre mirando al agua, ventanas amplias y ese olor salino mezclado con pan recién horneado.
Me sentaron en la terraza con vista al puerto de pescadores. Pedí de entrada unos mejillones al vapor, luego opté por una paella de mariscos como plato principal, y para cerrar un postre ligero tipo helado con fruta fresca. Tomé un vino blanco local bien frío.
Los mejillones estaban llenos, sabrosos; la paella vino generosa, con buen caldo y marisco decente, aunque alguno comentó más tarde que esperaba que tuviera algo más de chispa; el postre fue un cierre dulce sin complicaciones, justo lo que pedía el momento.
El servicio fue amable, cercano: los camareros pasaban con frecuencia, me ofrecieron sugerir vinos, me explicaron los platos del día. Noté que cuando la terraza empezó a llenarse, hubo algunos retrasos entre plato y plato, pero nada que rompiera la velada.