Miedo me da recomendar este sitio, por no encontrar lugar libre cuando vuelva. Jesús es un apasionado de su trabajo, todo lo hace él con materia prima del mercado, y te explica en detalle cada plato. Lugar familiar y tranquilo, con aire acondicionado en verano, trato excelente y comida maravillosa. Precios muy competitivos y a tiro de piedra de un aparcamiento para el coche.