Restaurante Bruixes de Burriac en Altafulla

Tuve que llamar por tfno porque no me confirmaban por mail la reserva que hice online. Llegamos al hotel a las 13:15, nos dejan bajar al restaurante y cómo abren a las 13:30 nos hacen salir. Escogimos un menú de 38,50 euros y la comida estaba buena , pero no nos pusieron ni un vaso de agua a cada uno. Únicamente una copa de vino. Estábamos SOLOS en el restaurante y la atención tampoco me ha parecido la ideal. Hemos tenido que pedir el pan, cuando los platos llevaban salsa. En definitiva, no volveremos.porque hay opciones mejores a ese precio..

Situado en un local muy bien decorado formando parte del hotel Gran Claustre de Altafulla. Servicio atento y muy formal. Hicimos un menú degustación todo pez que nos gustó mucho. El menú era de 65 euros bebida aparte. Coper de vino a 4 euros y agua a 2.5 euros. Lo que me molestó es que en un menú como éste te cobren el pan aparte a 3 euros, no lo encuentro adecuado por lo que pagas por el menú, hay que decir que el pan muy bueno. Hicimos una calderetes de langosta, una chipirones rellenos, un pez de San Pedro con terneras... todo muy bueno. De postre muffie de frutos rojos, muy buenos. Tranquilo e ideal para degustar los platos del chef que vino para ver cómo habíamos comido. Muy recomendable.

Cocina de autor, menús creativos. Servicio aceptable, pero mejorable.

Hermoso lugar con unos platos increíbles! Destacar sobre todo la excelente atención por parte de Moritz, quien nos explicó con lujo de detalles cada plato y nos hizo pasar una gran velada!

Restaurante de calidad. El menú de pescado es muy sabroso; para mí es una pena tener dos platos con la misma base de salsa (entrante: bullabesa de pescado y marisco y bogavante con salsa calderata). Buenos consejos para elegir el vino. Muy buena dirección.

Estoy disfrutando del menú Romesco y hay que felicitar al chef y su equipo. Es un menú perfecto en un sitio encantador, absolutamente perfecto, no cambiaría nada. Felicidades

Tuvimos una comida de degustación fantástica aquí. Comida maravillosa. El chef fue brillante adaptando uno o dos platos para mi pareja embarazada. Los vinos del maridaje fueron fantásticos. Pequeña y encantadora ciudad para explorar también.

Agradable experiencia gastronómica. Comida diferente, en el buen sentido, con una carta de vinos bastante extensa.

El Menú de temporada, relación calidad/precio es excelente. Camareros muy amables y fantástica atención. En nuestro caso mostraron mucho interés y recursos para las intolerancias (Una de las personas era intolerante al gluten) Gracias por todo.

Servicio mediocre, tirando a malo. Al hacer la reserva señalamos que uno de los comensales era celíaco, cosa que volvimos a comentar al sentarnos en la mesa. Elegimos el menú “Experiencia del mar” ya que el camarero que nos atendió señaló que no habia ningún problema en adaptarlo si fuera necesario para un celíaco. Ya en el aperitivo de cortesia que nos ofrecieron no tuvieron en cuenta que había un celíaco y tuvimos que recordarlo de nuevo para que se lo cambiaran. Si lo tuvieron en cuenta al servir el Rodaballo con escama de vieira, del que hicieron una adaptacion para la persona celíaca, pero el plato adaptado lo sirvieron a otra persona y el plato normal a la persona celíaca. La falta de confianza con la cocina y el servicio hizo que la Caldereta de bogavante no fuera probada por la persona celíaca ante el temor de que se hubiera usado harina en su preparacion. Finalmente para acabar de redondear el servicio, volvieron a servir el mismo postre para los 4 comensales y solo después de indicarlo servieron otro postre para la persona celíaca. Un cúmulo de despropositos que hicieron que la comida no fuera la que se espera de un restaurante como el suyo.