Restaurante Bienmesabe en Málaga

La comida no está mal. Algunas cosas estaban muy ricas (la carne, el pulpo) y otras cosas eran bastante mediocres (los postres, unas tostas con sardina, los fideos tostados). Sin embargo, no me ha gustado la experiencia por la filosofía del restaurante y las formas del dueño. No hay carta, así que tienes que elegir entre las cosas que te enumera el dueño. Pero no las explica bien, sino que sugiere lo que deberías comer sin dar detalles sobre los ingredientes o la preparación de los platos. Tienes que pedir a ciegas, sin saber tampoco el precio de los mismos. Por si fuera poco, si dices que algo no te apetece o no te gusta se pone condescendiente y muestra una actitud muy paternalista. El local está bien y los otros camareros son majos. Pero el ambiente está bastante viciado porque el dueño se pone a hablar a gritos con los habituales, se pasa el rato dando risotadas, se sienta en las mesas de los comensales… Es como si todo estuviera pensado para los parroquianos frecuentes y los demás sobrasen. No creo que esa actitud de taberna o de casa de comidas sea procedente en un restaurante con precios de restaurante.

Tras el bluf de araboka,bienmesabe ha sido un agradabilisimo descubrimiento. La carta es una línea recta en la que nada desentona porque todos los platos son excelentes. Porra antequerana de almendras riquísima,es como un ajoblanco pero más denso y donde las almendras son protagonistas. Las tostas de aguacate y sardina marinada eran una combinación deliciosa. La ensaladilla rusa aprobada con nota. Las croquetas de puchero y croquetas de cecina muy sabrosas y una masa muy delicada. Saquitos de pasta brick rellenos con un guiso de carne picada de ciervo estaban también muy buenos. Como principales un solomillo de cerdo a la brasa que era mantequilla y un flamenquin de chivo que nos encantó. Como vino elegimos un Carlos moro matarromera 2019,D.O.Rioja,un vino excelente y a buen precio. Los postres merecen mención aparte Lo más rico las gachas heladas,exquisitas. El bienmesabe exquisito al igual que la tarta de queso. Todo ello con cervezas, café y licores 48 sextercios por persona. El servicio rápido y eficiente y el dueño te aconseja muy bien.

Bienmesabe es un establecimiento singular en la hostelería de Teatinos e incluso de Málaga. Juanma es el alma, en todos los sentidos, del restaurante. Cercano y campechano, nos presentó sus recomendaciones y escuchó nuestras apetencias. Finalmente nos preparó casi un menú de degustacion que fue un acierto completo. Nos gustó todo, pero destacaría - porra antequerana - tostá de sardina - cono de ciervo - solomillo a la brasa - pulpo a la brasa - bienmesabe - gachas Sin duda volveremos para terminar de degustar la carta.

Excelente, relación calidad/precio, con unos productos excelentes y un trato muy profesional y personalizado. Lo recomiendo

Comida buenísima toda,servicio rápido y muy atentos. El sitio y ambiente super bonito y muy familiar.

Una comida excelente, diferente y de nivel. El trato con el cliente muy cercano y educado. Los platos muy elaborados y el servicio impecable.

Muy buena comida. Las raciones algo pequeñas pero bien. Todo muy rico y ambiente muy agradable. Ensaladilla riquisima, al igual que la ropa vieja. Vollveré sin dudar

Muy bien sitio para comer, el dueño te va recomendando. Platos muy ricos.

He de decir, que el inicio de la experiencia en este restaurante fue un tanto hostil, ya que el dueño se sienta en tu mesa para explicarte de lo que disponen, ya que no tienen una carta física, y ciertamente no estaba entendiendo absolutamente nada; es cierto que lo piensas después y parece su forma de acercarse al cliente de una manera distinta y tratar de aconsejarte sobre que puede ser mejor para el cliente, y después, ese inicio hostil va desapareciendo mediante vas entendiendo su forma de trabajar. Finalmente la experiencia fue sobresaliente, incluso habiendo sido un inicio algo extraño, por llamarlo de alguna manera. La comida es buena, y se nos da opción en gran cantidad de platos a convertirla en tapa. Buena ensaladilla rusa, bastante ligera. Sobresaliente porra blanca al igual que el postre, las gachas frías. Notables fideos tostados, tosta de sardina y canelones de calabacín con boletus. Correctos mejillones. Nos dejamos aconsejar con el vino y fue un acierto, con un precio perfectamente ajustado. Aunque no tengan carta, los precios me parecen bien adaptados a la calidad, y las cantidades salieron bien, para quedar satisfecho sin pasarse. Eso sí, a mejorar desde mi punto de vista, la formación de los jóvenes que atienden en sala, hay algunos detalles, como por ejemplo no tomar nota de la bebida sin que el comensal siquiera se haya sentado a la mesa que se deben mejorar, entre otros aspectos similares.

Fuimos por segunda vez con mi esposa a almorzar, después de haber quedado encantados en nuestra primera visita. Aunque el interior es sencillo, la comida es espectacular y el dueño es sumamente amable. Aunque no hay un menú físico, él te guiará a través de todos los platos disponibles ese día y te hará recomendaciones personalizadas. Es útil saber qué platos te gustan o no en general, ya que es fácil dejarse contagiar por su entusiasmo. Los vinos, especialmente los dulces, son excepcionales, al igual que los postres. Aunque no es barato, definitivamente vale la pena visitarlo si tienes la oportunidad de hacerlo durante su horario de apertura.