Restaurante BARU SPACE en Albacete

No lo recomiendo para nada, por la comida. El lugar está bien, muy acogedor, los baños limpios, pero la comida no cumplió expectativas, para nada. Los entrantes, calamar y pulpo bien. La ensalada de burrata, con anchoas.. pasable..demasiada burrata y poca anchoa. De segundo; arroz estaba pasado no, lo siguiente, y lenguado salvaje que parecía la suela de un alpargate, por no hablar de la piel, fatal hecho se te llenaba la boca de escamas que daban ganas de vomitar. A 63€/kg ya lo podrían haber hecho bien.

Espectacular Todo excelente, lugar excelente a un precio muy razonable Recomendable

La comida buenísima, pero el servicio fatal, despistado no consiguierón tomar bien la comanda.

Antiguamente era la mejor cafetería de Albacete. De hecho, la que tienen en el Paseo de la libertad aún sigue siendola. Aunque no creo que al ritmo que llevan eso se mantenga. La de Campollano cierra pronto por las tardes. Y eso que no les falta gente (quizás ese es el problema). La comida es buena. Especialmente todo lo dulce. La hacen allí mismo. Hoy entré a las 18:20 exactas. 3 minutos después se acerca el camarero. Le pido un zumo o un batido y me dice que cierran a las 18:30. Literalmente a las 18:23. Me fui. En fin... No entiendo ni por qué tienen la puerta abierta a esa hora si ya no sirven.

Buena comida. Pero ir sin prisa....

Todo magnífico. Difícil encontrar un restaurante tan completo y con una calidad del producto excelente.

Sitio, que, a pesar de encontrarse en polígono industrial, limpio y elegante, y cuyo personal goza de profesionalidad. El menú salió a 22€/persona, contando con dos platos, pan, postre y bebida. Se nos incluyó entremeses para amenizar la espera y una degustación de su aceite de oliva. El personal nos trató muy bien y estuvieron muy atentos. Respecto al aparcamiento, no es un problema, pues la zona es poco concurrida y éramos pocos clientes. Repetiré si vuelvo por esta zona.

Nos encontramos por sorpresa un sitio muy sofisticado y elegante en pleno polígono industrial, la verdad es que nos sorprendió bastante. La decoración, la atención, tienen una gran variedad de tés, café y opciones tanto dulces como saladas para desayunar.

Cafetería con mucho encanto. Después de un tiempo sin ir, he estado hoy con mi padre y el servicio ha sido pésimo, más de veinte minutos para que alguien nos atendiera, otros quince para que nos sirvieran. El trato desagradable. Que pena ese cambio tan grande.

Muy acogedor y las tartas y cafés están muy bien.