Restaurante Bardal en Ronda

Visitamos Bardal para celebrar un cumpleaños muy especial y debo decir que fue una de las mejores comidas que he probado. Cada plato estaba presentado con mucho esmero y muy bien explicado. Y no olvidemos el sabor... la mezcla de sabores era espectacular. Y luego está el servicio. Simplemente no se podía mejorar... fue perfecto. Y un detalle muy bonito fue la porción de tarta con una vela... si hubieran puesto todas las velas, habría que llamar a los bomberos 😉 Si volvemos a Ronda, sin duda volveremos a Bardal.

Espléndido, Comida excepcional, una explosión de sabores. Muchas gracias por preparar platos sin ajo para mi esposa. El maridaje de comida y vino también fue muy interesante. volveremos

Experiencia al nivel de nuestras expectativas. El menú degustación Bardal se compone de platos meticulosamente elaborados, con ingredientes de la más alta calidad que se fusionan para crear combinaciones sorprendentes. El servicio es impecable, con un equipo atento, dispuesto a ofrecer recomendaciones y explicaciones detalladas. Una experiencia muy acertada para los amantes de la alta cocina.

Un ambiente muy acogedor y comida muy recomendable. Los maridajes de vinos y las explicaciones fueron muy informativos. ¡Toda la experiencia fue genial y muy entretenida! Pedir té después de cenar fue una experiencia en sí misma. ¡Definitivamente regresaremos!

Una experiencia inolvidable. La comida fue única y cautivadora, superior a la de muchos otros restaurantes con estrellas que he visitado. El servicio también fue maravilloso: mi esposa había estado enferma y el equipo accedió a su petición de algo súper sencillo sin rechistar. Cuando tuvimos que irnos porque nuestro aparcamiento estaba a punto de cerrar, ¡también nos prepararon nuestro último postre (de cinco) para llevar! Lo recomiendo encarecidamente.

Una experiencia que todo el mundo debería hacer, al menos, una vez en la vida. Teníamos el gran menú bardal y no tengo ninguna pega. 100 % recomendable

Cena consistente y deliciosa en un ambiente agradable. Bien vale la pena las estrellas.

Alucinante es la palabra que mejor define a este restaurante.Dos estrellas que se quedan cortas para el nivel de cocina y servicio .Optamos por el menú Bardal para la noche de 14 de febrero, sin maridaje ,y fue una cena memorable .Decoración sobria, dando protagonismo a lo que se cocina y bebe , espectacular .Todos los pases del menú son platos sobresalientes , salsas, texturas, contrastes, secuencia de platos acertadísima , haciéndote gozar y vibrar con cada bocado .Menaje y cristalería afinada , con temperaturas de emplatados de 10 .Nos decidimos por dos copas de Champagne Lucidity como aperitivo , un tinto rondeño para la cena Tadeo en Tinaja, espectacular, y dos copas de riesling Ratzberger 2003 para los postres (algo caras para su calidad a 25€ la copa, aunque creemos que fue un error en la factura pero no dijimos nada porque con este nivel todo es perdonable)..Uno de los mejores, por. O decir el mejor de los estrelllados que hemos visitado. Solo nos cabe una pregunta a Benito Gómez, ¿de qué planeta viniste para cocinar así?..una auténtica maravilla en todos los sentidos .muchísimas gracias a todo el equipo de Bardal por hacernos disfrutar tanto ..volveremos

Espectacular. Todos los platos excelentes, igual que las explicaciones y elaboraciones respectivas de su personal. Calidad y originalidad en la materia prima, elaboración y ejecución, personal atentísimo y amable. La vajilla, cubertería y cristalería son de otro nivel, igual que la ubicación y las vistas a la Serranía de Ronda. A pesar de no elegir la selección de vinos, el sommelier se encargó de que las cuatro copas que pedimos (dos blancos, un tinto y un dulce) maridaran a la perfección con el menú. No voy a decir que es barato, pero la experiencia, en todos los sentidos, merece muchísimo la pena. Enhorabuena al chef y a todo el equipo

Nos gustó la experiencia, a la altura de un restaurante de su categoría. Hemos visitado varios restaurantes galardonados con una estrella Michelin y en este, con dos, se aprecia el salto de calidad. Tomamos el menú con maridaje y este, aún resultando de verdadera calidad, parece algo excesivo en precio. El servicio en sala excelente, así como la cristalería, de magnífico nivel.