Estuvimos estás vacaciones cenando un par de veces y ya no nos dió tiempo a ir más veces, aunque nos quedamos con las ganas. Tapas con mimo y muy ricas. La camarera que tienen nos atendió con mucho cariño y nos aconsejó muy bien.
Nos hemos sentido como en casa, Jesús es una persona muy amable, se trata de una pensión en un pueblo pequeño de la Alpujarra Almeriense, que nadie espere los lujos de un hotel, te sientes como si estuvieras alojado en la casa de un familiar y de lo que hemos podido probar de la cocina todo exquisito. Precio calidad fantástico.
Se está muy agusto allí y es muy acogedor,por supuesto mis platos preferidos son la flor de alcachofa y el bacalao confitado con muselina de ajo. Mil gracias Chef.