Restaurante Balcon del Genil en Huétor Vega

Un restaurante tranquilo, en el que pudimos llevar a nuestra mascota♥️🐶 La pierna de cordero, el brownie con nueces, la tarta al whisky y la tarta de Nutella con avellana estaban deliciosos✨ Gran aparcamiento en la entrada. Muy recomendable! Pd: cobran el servicio de pan, y no tienen carne ecológica/de pasto

El restaurante está bastante bien, fuimos en una noche de agosto a cenar, nos sentamos en la terraza y estuvimos muy tranquilos sin apenas ruido y eso que había bastante gente. En relación a los platos que pedimos salimos muy contentos, buena calidad y con muy buena presentación. Por poner una pega sería a la ensalada de salmón con palmitos que tenía mucha salsa rosa más que otra cosa. Pero los demás platos estaban perfectos. Seguro que volveremos a ir de nuevo. Por cierto el servicio de los camareros muy bueno.

Buena atención, ambiente tranquilo y relajado en terraza amplia y al fresco. Cena exquisita con platos generosos, tanto en entrantes como en principales. Precio razonable, se ajusta a lo que se pide y a la calidad de lo que se sirve. Experiencia sobresaliente.

Siempre que hay ocasión volvemos. Muy recomendable. Se superan en la presentación de sus deliciosos platos.

Llevo muchos años viniendo a este restaurante , no es de mis favoritos , pero sé que al ser grande casi siempre tendrán mesa , el problema es que cambia mucho de personal y casi todos los jóvenes se notan que están enseñados en restaurantes más tipo batalla , aquí se paga la mesa donde comes , la servilleta de papel del bueno y si tienes suerte y no hay mucha gente que la comida esté bien hecha ese día , es una de cal y una arena , entiendo que en muchas ocasiones estén a tope y al final nadie es perfecto , pero hay platos que no están conseguidos y no sorprenden para el precio que tienen , al final te meten de guarnición papas a lo pobre , verdura a la plancha , berenjenas con miel y con eso te suben el precio del plato de 16/17 euros a 21/23/25 euros fácilmente , es un restaurante con muchos años y que funciona , pero te deja un regustillo que si te conoces bien Granada sabes que hay mejores , es obvio , siempre hay mejores y peores opciones , pero si se lo currasen un poco más seria la bomba.

Está bastante bien. Es una zona alejada de la ciudad y del ruido. Se come bien y de buena calidad. El solomillo y entrecot estaban al punto que se les dijo y bien calientes. Y también probamos el pescado de la carta. Las ensaladas son variadas. El plato de queso con nueces estaba rico. Y de postre, probamos la crema catalana, que nos gustó mucho.

Balcón del Genil nunca falla! Estupenda atención, siempre pendientes de hacerte pasar una comida agradable, calidad precio fantástica.

Auténtica joya astronómica. Nos han atendido de maravilla, con esa calidez humana que te hace sentir como en casa desde que llegas. La comida, riquísima y a un precio que casi ni te lo crees. Es que esta gente no solo te conquistan el paladar, sino que te abrazan el alma y dejan una huella imborrable en el corazón. Volveremos, y encima pet friendly 🐾

Me encantó el sitio, un sitio agradable la comida riquísima y el personal muy atento

Soy cliente habitual desde hace muchos. Suelo ir de forma reiterada en familia o con amigos. La comida es excelente y el trato siempre correcto. Sin embargo, hoy he estado para intentar cenar con mi mujer, mis hijos y mi perro, al que los camareros habituales tratan siempre con cariño y procuran sentarnos donde no estorbemos con el perro (es grande). Hoy todos los camareros eran nuevos. Uno de ellos ha intentado que nos sentemos en una mesa en la que, evidentemente, íbamos a estorbar. Le hemos dicho que nos queríamos sentar apartados, junto a la barandilla, a lo que ha respondido que todas esas mesas estaban reservadas, pese a estar vacías y no ostentar cartel o anuncio alguno en tal sentido. En ese momento ha llegado el dueño e informado de la situación nos ha sentado en una mesa junto a la barandilla. Al hacerlo el camarero le ha reconvenido (efectivamente han entendido ustedes bien: el camarero le ha llamado la atención al dueño) y cuando su jefe le ha impuesto su criterio, otra camarera que estaba en la terraza le ha dicho al dueño: “pues los vas a atender tú, porque yo no los voy a atender” (efectivamente han entendido ustedes bien). Incómodos por la actitud de los camareros, nos hemos marchado. Cuando nos íbamos otros dos camareros nos han seguido hasta la salida increpándome y, uno de ellos, en plan chulesco me dicho: “se pueden ir. No los necesitamos para vivir. La terraza siempre está llena”. El dueño de 10. Una persona encantadora y respetuosa. Sus nuevos camareros unos facinerosos. Lamentable…