Restaurant Roquerols en Sant Mateu de Bages

Como en casa, de antes, cómida de toda la vida

Cocina tradicional catalana. Buen ambiente y mucha amabilidad por parte de los propietarios. Paella muy buena los jueves y calamares a la romana caseros y bien condimentados. Precio razonable. Volveremos, sin duda.

Como siempre, un 10 en todo,Muyyyy recomendable,

Muy amables i comida 10/10, un poco más caro de lo común pero la comida lo vale 😋

Fantástico. Entorno rural con buen aparcamiento. Desayuno con brasa de primera. Atención que te hace sentir como en casa, simpatía desbordante. Precios normales, comida de calidad. Actualización de la última reseña. Entre semana parece que no tienen mucho trabajo, poca gente. Para el desayuno no hay mucho que elegir, la brasa no funciona. De lo poco que tienen la calidad es buena y se come bien. El personal es atendido y amable. El precio dentro de la normalidad.

Personal muy amables, La comida buenísima. De 1er plato me pedí una torrada de "escalibada ", muy rica, y de 2on cordero a la brasa acompañado con patatas fritas naturales y pimientos del "padró ", unos pican y otros no😅 . Chapó ! Es cocina catalana, CALIDAD, nos hemos quedado muy satisfechos con la comida. Un diez en la comida! Y en la atención también. Gracias.

Al menos en el desayuno, precaución, no hay carta con los precios, y puede haber susto a la hora de pagar.

¡Cocina casera de calidad y una relación calidad-precio excelente! ¡Servicio atento y espacio para aparcar! Ideal para menús entre-semana y almuerzos familiares los Festivos. ¡Desayunos de brasa y tenedor para salidas de sábado y domingo con los amigos! Altamente recomendable.

Buen sitio para comer cocina tradicional catalana, un restaurante/masia sin pretensiones pero más que correcto para degustar una buena vadella amb bolets, peus de porc, escalivada y otras delicias por el estilo. Precios contenidos ( menú fin de semana 26 euros ) y para los más triperos, las raciones son súper abundantes, uno sale del restaurante sin hambre. Añadir además que el servicio es correcto y atento. Como pega es que la sala del comedor no esta demasiado insonorizada y al poco que se llene de clientes la sensación de ruido es poco desagradable, nada serio pero es un punto a revisar. Como aliciente añadido vale la pena destacar la localización del restaurante, en un pueblo llamado Saló, en plena comarca de la Segarra que es una parte realmente preciosa, poco conocida de la Catalunya central y solo a hora y media de Barcelona. Merece la pena la excursión. Volveremos sin duda porque por lo que he leído cuando es temporada de calçots este restaurante es un referente.

Sin espera porque tengo mesa reservada desde hace más de 30 años los domingos..con mis amigos..en verano en la terraza y en invierno dentro..no hay otro restaurante mejor y con servicio más atento en toda Catalunya..y en mis 17 años de camionero en toda España y Francia jamás he encontrado otro restaurante igual...lo recomiendo 100%...