Restaurant Niu Nou en Bagà

Local pequeño y muy familiar. Bien atendidos en todo momento. Quizás un poco caro, pero cuando comes bien y estás a gusto...

Todo perfecto, hemos pedido un menú de degustación de diferentes setas, riquísimo!! Seguro que volveré un día aquí otra vez!

El pasado jueves 7 de noviembre unos amigos entrañables, nos regalaron conocer y visitar el restaurante Niu Nou. Nada más entrar, ya te encuentras un espacio acogedor, equilibrado en las formas y distancia, entre mesas, que transmite un buen rescoldo y tranquilidad. La experiencia en la mesa fue… EL ECO MENÚ CATA DEL BOLET 2024 El inicio con la bienvenida de un cóctel Kir Royal. Buenísimo! Romano nos explica el menú. Consta de siete catas de siete especies de seta. Y cada cata, complementada con ingredientes adecuados a cada una de las setas. El resultado es absolutamente fantástico!! No sabría definir cuál de las catas me gusta más. Los dos últimos, que en realidad serían el postre, como los anteriores, sencillamente insuperables. Este magnífico restaurante parte de un compromiso gastronómico de KM 0. Lo hace con una calidad de producto excelente, así como una carta de vinos también de proximidad, a qué mejor. Quien regenta este restaurante son Romà y Carme. Carme, es evidente, nos regala una cocina de muy alto nivel, con unos resultados sorprendentes por la gran variedad de productos utilizados, así como el resultado en boca de todo. Una excelente Chef. Romano, es quien nos atiende desde la llegada. Desde contar hasta el último detalle, todo lo que te sirven, el producto, el origen, el resultado una vez cocinado. etc. En consecuencia, entre la suma de Carmen y Romano, descubres un espacio, un mundo de restauración para tenerlo muy en cuenta. Finalmente antes de irse, tenemos la suerte de compartir conversación con Carme y Romá. Nos explican sus orígenes, su recorrido, el porqué del KM O y su forma de entender la cocina. Su compromiso con el cliente. Su enfoque personal de atención. Son en realidad unos enfermos (en buen sentido) de compromiso con la cocina, la tierra y su clientela. Su secreto es el resultado de realizar un trabajo que les encanta. Es trabajar en lo que más les gusta. Carmen, Romá, nos ha hecho sentir como en casa. Nos ha atendido sin filtros y con una empatía recibida con mucho agradecimiento. Muchísimas gracias. Volveremos seguro!!!!

Buenísima atención y comida, ¡estamos súper contentos! ¡Nunca habíamos probado la comida slow-food y nos ha encantado! Además todo km0 también ¡Un sabor profundo, platos llenos de color de temporada (otoño) y todo perfecto! Buena recomendación de vinos y muchas opciones veganas y veggies también 🌱🤗 Todo tenía tan buena pinta que nos olvidamos de hacer fotos jaja, pero ahí van los postres. Un trato excepcional, muchísimas gracias, ¡ha sido un placer!! Hasta la próxima 💞

Definitivamente comida sana y bien elaborada. En un pueblito tan idílico poder descubrir un lugar tan distinto fue una suerte. Si valoras la buena calidad, aquí estarás a gusto!

"Llegué a este restaurante por casualidad. Pensaba que era un restaurante tradicional catalán o con un menú de setas, pero me sorprendió gratamente. No sólo fue por su comida, sino porque descubrí algunos elementos orientales, algo que me dejó muy sorprendido después de vivir en Cataluña durante más de 20 años. Además, como chino, fue la primera vez que probé un té oolong con un delicioso sabor a leche."

Después de una bonita excursión por el río Bastareny hemos ido a comer a Ca la Carme y el Romà (Niu Nou). El almuerzo delicioso, cocina cátara adaptada a nuestros tiempos que mantiene la esencia. Hemos comido sin prisas, Romano nos ha traído la comida a nuestro ritmo, disfrutando conscientemente de lo que comíamos. Romà y Carme son una pareja totalmente comprometida con el buen servicio, la buena cocina y la buena experiencia. Volveremos seguro. PS: El marco de cava, que no lo tienen en la Carta, es buenísimo.

Buena comida hecho con buen saber tanto en la cocina como en servirla, hay sabiduría en el local de lo que hacen. Hay profesionalidad.

De camino de regreso a casa, parando para ir a comer, tuvimos la gran suerte de ir a parar a este restaurante. Ya en la primera exposición por parte de la propiedad, nos entusiasmó, slow food, producto de proximidad y ecológico. Después de la explicación de los platos, nos decantamos por un pequeño menú degustación que nos ofrecieron. La verdad, es que lo disfrutamos, tanto nosotros como los niños. Plato tras plato, y en cada uno de ellos, notamos el amor, el cuidado y el trato dado al producto, con un resultado sorprendente y altamente satisfactorio. Nos queda lejos, pero a poco que pasemos cerca, ya sabemos dónde debemos parar.

Eramos 3 comensales Comida de primer nivel, cocinado con gran arte, especialmente el morro de bacalao Ambiente silencioso y relajante