Restaurant Molino del Santo en Benaoján

Espacio espectacular para comer, cerca del nacimiento del rio. Excelente calidad de la comida, sabor, preparación, postre maravilloso ... Nos hemos quedado sin palabras. Además la atención de Victor en todo momento y su disposición ha hecho que todo se mejor aun.

Sin duda, uno de los lugares más especiales en los que he estado jamás.

Tuvimos una estancia estupenda con nuestros hijos: un servicio muy amable y auténtico, un lugar realmente acogedor (piscina, jardín, arroyo) y habitaciones cómodas. ¡Muchas gracias por una estancia tan agradable!

Magnífica ubicación, terraza encantadora junto al río y deliciosas zonas de sombra para comer. El servicio es estupendo y Víctor habla un inglés perfecto, para aquellos que no se defienden en español. La comida es de un nivel que no se encuentra a menudo en las zonas menos turísticas, ¡y todo lo que se sirve en el plato refleja el amor por la cocina! Como vivimos cerca, nunca hemos pasado la noche en una de las habitaciones del hotel, pero si la calidad y el servicio son solo una mínima parte de los del restaurante, ¡el hotel también se merece cinco estrellas!

Un remanso de paz, los jardines también son hermosos, con el sonido del río alrededor del hotel.

Muy buen hotel y muy buen trato por parte de Rocío y Barbara. Muy buena zona para descansar. Recomendado 100%.

Preciosas vista y ubicación muy buena para ir a la ruta de la Cueva del Gato. Muchas gracias a Barbara y Rocio por su amabilidad durante el desayuno.

Un lugar con encanto donde puedes compartir una comida o cena con tu pareja rodeado de naturaleza en estado puro y de fondo un ambiente musical muy natural a cargo del agua que da nacimiento del Benaojan.

Visité Molino del Santo el sábado pasado para comer con mi hermano, y fue una experiencia fabulosa de principio a fin. La comida estuvo maravillosa: una amplia variedad de platos, todos cocinados con maestría y presentados de maravilla. Ambos elegimos filetes, y estaban cocinados a la perfección: sellados y caramelizados por fuera, poco hechos y tiernos por dentro. Las guarniciones fueron imaginativas y deliciosas, incluyendo un gratinado de apio particularmente memorable. Los entrantes fueron igualmente impresionantes: gambas chisporroteando en aceite de oliva caliente con ajo y un magnífico chorizo ​​local, ambos exquisitamente preparados y llenos de sabor. Pero lo que hace a Molino del Santo aún más especial va más allá de la comida. El entorno es mágico: el restaurante forma parte de un elegante hotel boutique en un antiguo molino, con la terraza junto al río y enmarcada por las montañas de la Serranía. Árboles y cascadas de flores rodean la terraza, creando un ambiente tranquilo y hermoso. El personal es maravilloso: amable, divertido, atento y, sin duda, experto en su oficio. Su calidez hizo la experiencia aún más memorable. El sábado que visitamos, el restaurante estaba lleno y se les impedía la entrada, lo que demuestra su gran prestigio. Molino del Santo es, sin duda, uno de mis restaurantes favoritos (y no solo en España). Mi hermano quedó realmente impresionado con la experiencia y decidió volver con su esposa y su familia. Recomiendo encarecidamente el Molino; es una auténtica joya.

No sé qué hay que hacer para conseguir más estrellas, si es que las quieres. Este es un hotel excelente, con habitaciones muy cómodas, una piscina y jardines excelentes, y un servicio personalizado de primera. Sin embargo, la estrella del espectáculo es el restaurante, que es fabuloso. Así que prepárate para superar tus expectativas.