Simplemente disfrutamos de pasar a tomar algo, la encantadora pareja propietaria nos hace sentir muy bienvenidos, ya que somos ingleses al ir a este bar alemán, y la clientela alemana nos hace sentir muy bienvenidos, un pequeño bar maravilloso, limpio, perdón, no, impecable. Me encanta tanto en verano como, especialmente, en invierno.
Son muy amables. Gisela es buena en la cocina y con la gente. Norber es su especialidad; es el mejor, nadie lo supera. Teressa es muy limpia, pero habla poco porque no habla alemán, pero se le entiende y lo entiende todo porque es inteligente.