El turista de la mesa de al lado habla en inglés y la camarera le habla en inglés. Yo hablo en catalán y se me atiende en castellano.
¿Qué es esto? ¿Una tomadura de pelo? ¿Tengo menos derechos que los turistas?
Les recomiendo un plan de política lingüística y ser una empresa responsable con la lengua.
La gente de Barcelona debe tener, al menos, el mismo trato que los turistas.