Restaurant El Manantial en Medio Cudeyo

Nos alojamos en Castilla Termal Balneario de Solares a principios de enero, con motivo de un fin de semana romántico de cumpleaños que incluía circuito termal. Como gestor de alojamientos, destaco el encanto clásico de las habitaciones, bien cuidadas y con detalles de bienvenida que ya pocos hoteles ofrecen. Sin embargo, el balneario no cumple aforos ni horarios, lo que impide una experiencia de relax real; más que un circuito termal, parece una piscina con burbujas. Las instalaciones, incluida la cafetería, el gimnasio y los televisores de las habitaciones, necesitan una reforma integral para estar al nivel de la marca. El desayuno en la habitación, aunque puntual, ha perdido variedad y presentación respecto a visitas anteriores. Eso sí, lo mejor sin duda es el trato humano: extraordinario desde recepción hasta restaurante. Mención especial a David y Francisco de restauración, cuya atención fue impecable. En resumen: un lugar con alma y un personal excepcional, que merece una actualización estructural para estar a la altura de su historia y de Castilla Termal.

Las habitaciones muy cómodas, el desayuno de 10, muy completo y calidad . El balneario muy completo con hidroterapia para todas las partes del cuerpo, el entorno o muy bonito, las clases de yoga muy bien también. Recomendado para descansar y resetear .

Nos alojamos recientemente en este balneario y la experiencia, en general, ha sido muy buena. El entorno es relajante, las instalaciones están cuidadas y el trato recibido tanto por el personal del hotel como del balneario ha sido excelente: siempre atentos, amables y dispuestos a ayudar. Sin embargo, durante nuestra estancia sucedió el gran apagón que nos impidió disfrutar de un día completo de spa, algo que teníamos muchas ganas de experimentar. Entendemos que fue un imprevisto ajeno al establecimiento, pero echamos en falta algún detalle o gesto por parte del hotel para compensar esta incidencia, sobre todo tratándose de un servicio tan importante en este tipo de alojamiento. A pesar de este inconveniente, salimos con una buena impresión y no descartamos volver en el futuro, confiando en poder disfrutar plenamente de todo lo que el balneario ofrece.

Un hotel completo, con restaurante y cafetería con carta muy completa y variada. Habitaciones grandes, limpias, Spa correcto y muchos elementos para ir con niños (spa infantil, parque de juegos, menú infantil, tronas...). Cerca de Santander y otros pueblos turísticos.

Habitaciones grandes, camas muy cómodas y baños muy limpios y bonitos. Estuvimos en el balneario, dos horas, y bastante amplio y variado. El personal amable tambien. El desayuno bastante completo y rico, gran variedad.

Un lugar con mucho encanto, trato de diez, y un café magnífico. Aún no he tenido el gusto de pernoctar en sus habitaciones.

El sitio muy bonito pero un poco viejo, la limpieza se puede mejorar bastante, y los horarios para las piscinas para niños menores de doce años muy muy malos

Estuvimos muy agusto, buen sitio para descansar con niños.

Muy bien, un gran descubrimiento. Los niños pueden estar en el balneario en la zona de adultos, tienen 2 horarios especiales para ellos (mañana y tarde), muy bien y todos muy correctos. También hay balneario infantil, pero éste no nos gustó nada, más padres en el agua que niños, haciendo el bestia sin ningún cuidado por parte de los padres. La comida en los dos restaurantes muy buena y bien preparada, lo único que no me gustó fue que aunque te lo cargan a la habitación no te dan ningún tipo de ticket con lo que te van a cargar, con lo cual te pueden cobrar lo que les apetezca.

Fuimos al Spa y sin duda los he probado mejores. No tenían acceso a sauna ni a baño turco y por el precio que es esperábamos mínimo eso. Por lo demás el trato del personal del spa de 10, te aconsejaban como realizar el circuito y estaban pendientes en todo momento. Las instalaciones están limpias pero había mucha gente.