Restaurant El Convent 1613 en La Fresneda

Hotel y restaurante con mucho encanto y servicio excelente. El restaurante un 10. La habitacion muy normal, el baño mejorable, deberian cambiar a ducha en lugar de bañera para reducir el riesgo de caidas.

Sitio con muchisimo encanto tanto las habitaciones, cómo los jardines estan preciosos. El personal muy amable y el desayuno muy completo. Sólo pasamos una noche y genial. Dispone de cuarto para guardar las bicis.

No nos dieron de cenar, no estábamos hospedados en el hotel 🏨 nos dieron algo para picar jamón y queso muy bueno 👌

Hemos estado en el restaurante a comer y nos ha encantado. La comida excelente y el trato un 10. Repetiremos.

Una maravilla de restaurante y comida excepcional!!!

Instalaciones preciosas y muy bien cuidadas. Personal muy amable. 100% recomendable.

Un lugar entrañable con historia, bello, trato excelente, una cocina con productos de cercanía , con huerta propia .

A veces llegas a un lugar y piensas ¡GUAU! En un callejón de Fresneda vimos un cartel que decía "hotel/restaurante". Pensamos que podríamos tomar una cerveza y lo conseguimos. Completo con un servicio amplio y amable y vistas a un restaurante moderno en una antigua iglesia, un hermoso jardín del monasterio como terraza. Una joya escondida en España.

Hemos estado 3 noches en El Convent y he de decir que es de los hoteles más bonitos en los que he estado. Es un lugar especial, distinto a otros hoteles. Está todo muy limpio y bien cuidado. Tiene unos espacios exteriores preciosos: un patio acristalado con una fuente central muy relajante y muchas plantas, un jardín "interior" tipo claustro también con 2 fuentes/lagos con peces rojos y plantas espectaculares y un jardín exterior inmenso donde se situa la piscina que es muy nueva y bonita y con un huerto y árboles enormes. Todo muy bien cuidado. En esta zona exterior se encuentra también el parking que es muy grande y cubierto por pérgolas. Los espacios interiores también son muy bonitos. Hay salones y zonas de estar con chimeneas por todas partes y todo decorado con mucho gusto. Es decir que es un hotel tanto para disfrutar en verano como en invierno. La habitación también es muy mona, para mi gusto un poco pequeña pero suficiente. La ducha excelente. Por poner algún pero diré que lo más deficiente ha sido la ropa de cama: las sabanas eran pequeñas para el tamaño de la cama y se salían todo el rato y la colcha con la que nos tapábamos era un plaid de ikea que tampoco era de suficiente tamaño... en fin... un edredón fino de verano (era septiembre) hubiera estado fenomenal (sugerencia para la propiedad), porque había una manta en el armario pero era de esas de lana que pican y soy alérgica. En cuanto a la restauración, el desayuno era excelente, con productos de la tierra de buena calidad y muy completo. Desafortunadamente no pudimos probar el restaurante para comer o cenar (cosa que deseábamos porque lo alaban mucho en comentarios), porque lo tenían cerrado por falta de personal en cocina. Eso nos contrarió bastante porque tampoco estaban abiertos los otros dos restaurantes buenos que hay en el pueblo y nos tuvimos que ir a Valderrobres todas las noches y allí también problemas para encontrar algo decente abierto o con cupo. Un problema importante el que tienen en esta comarca con la restauración y la falta de personal. Bueno dejando a un lado esos detalles hemos disfrutado mucho nuestra estancia en este hotel y se lo recomiendo a todo el mundo.

Hotel nostálgico en pleno La Fresneda, regentado por una familia. Las habitaciones son auténticas y están impecablemente limpias. Estuvimos con nuestros hijos de 9 y 10 años y disfrutaron especialmente de todas las actividades de la zona y de la piscina. El desayuno es muy completo y delicioso.