Restaurant El Balco de Calella, Hotel Sant Roc en Palafrugell

Un hotel fabuloso, vista impresionante al mar, sensación de estar en un barco cuando desayunamos. Exactamente un desayuno grandioso, salado y dulce, tartas caseras, vasitos, excelentes embutidos, huevos, bacon, salchichas, fruta fresca.... Posibilidad de recargar sus botellas durante todo el día en el bar, fuente de agua sin gas y con gas disponible. Esa es una verdadera ventaja. El catering es bastante lujoso y de alta gama. Bienvenida muy amable y receptiva. Se requiere silencio. No hay piscina pero estás a 2 minutos de la arena. La ducha es gigantesca y realmente genial. El cuidado de nuestras habitaciones y la discreción del personal de limpieza es impecable. Para vuestra información, luego fui al hotel Garbi donde también dejé una reseña.

El hotel es una maravilla tiene una ubicación única y privilegiada el personal del hotel encantador de 10 pero el restaurante nos defraudó.Nos sirvieron unos mejillones que apena lo encontrabas y secos , el plato de rape era congelado tuve que decir al personal que me calentará el plato de nuevo porque el pescado estaba frío por dentro, enfin muy mal la calidad precio no volveremos al restaurante

Magnífica terraza para tomar y beber. Vidrio con impresionantes vistas a Calella. El personal es sonriente y profesional.

Espectacular situación desde donde se domina una panorámica única sobre Calella.

Hotel muy acogedor, buena ubicación, buen servicio. Las habitaciones son un poco anticuadas y un poco ruidosas, pero en general, lo recomendaré y volveré.

Fuimos al restaurante, vistas espectaculares, personal profesional y atento y comida excelente, muy recomendable

Solo fuí a la terraza a picar algo y tomar una cerveza, vale la pena ir a verlo porque se está de maravilla y la vista es espectacular.

¡EXCEPCIONAL! En un magnífico emplazamiento, asentado sobre su roca de granito gris y rosa, este edificio se asoma al mar, a la costa irregular como una hoja mordisqueada por una oruga gigante y a la zona costera de Palafrugell. Sus contraventanas azules, su techo circunflejo visible desde lejos, su gran terraza frente al mar, a la sombra de majestuosos árboles, le dan un aire de hotel Belle Epoque. Las habitaciones son agradables, con sus camas que recuerdan a la región donde se encuentra. Las habitaciones de la planta baja, abiertas a los clientes, son amplias y sus terrazas cubiertas, para cenar o desayunar, ofrecen un espectáculo grandioso, en constante cambio, hecho de fachadas blancas, paredes de granito, espuma de mar y palmeras. La elegancia de la chimenea es un plus, fuera de temporada, y es bueno tomarse su tiempo en este lugar para recargar pilas. ¡La cena en el restaurante merece una ópera! Gracias por su acogida, la amabilidad y la atención del personal (que habla varios idiomas). Un verdadero placer descubrir que en este mundo existen lugares preservados, aptos para el descanso, para la meditación, para la simple revelación de la belleza de nuestro mundo.

No estuve alojado. Comí en el retaurante. Todo muy bien. La comida y el servicio fantásticos pero no es barato

La vista del mar es fantástica y el sonido de las olas increíbles. El equipo fue atentiva y la calidad de la comida buena como seimpre.