Restaurant Dvisi en Palamós

Por recomendación de unos amigos, reservamos una cena en este restaurante con estrella Michelin, con curiosidad por descubrir su cocina. Nuestra primera impresión al llegar fue un poco sorprendente: la entrada no estaba bien señalizada, así que nos equivocamos y fuimos redirigidos por el jefe de sala, quien, desde dentro del restaurante, nos indicó la dirección correcta con grandes carteles. Al parecer, es normal... una vez dentro, esperamos un rato, entre los clientes que pagaban en caja y los que iban al baño. Una vez sentados, el jefe de sala nos ofreció el menú, sin saber que habíamos elegido el menú degustación al reservar online. En resumen, empezó bastante mediocre. Por suerte, una vez servidos, quedamos encantados: la cocina era original, ingeniosa y precisa: un auténtico acierto. El chef pone alma en su cocina; se nota su deseo de compartir y complacer. Los ingredientes son excelentes, los platos son fáciles de entender, y los disfrutamos y entendemos lo que comemos. ¡Todo un éxito! ¡Bravo, chef! En resumen, pasamos una velada estupenda, nos lo pasamos genial y volveremos para degustar las creaciones del chef. Sin embargo, el ambiente en el comedor podría ser más personalizado y un poco más acogedor para los invitados.

Nos regalaron un menú degustación... fue espectacular, como mínimo. La comida estuvo excepcional, el personal, súper amable y experto, nos explicó cada plato. El chef también recibe a sus clientes. Sin duda, un lugar imperdible si estás por la zona y repetiremos.

Siempre impecable. Recomiendo ampliamente la degustación. El joven que nos atendió hablaba francés (bastante bien), lo cual nos ayudó a explicar los platos. Los platos estaban perfectamente preparados y sabrosos. Volvemos (al menos) una vez al año y nunca nos ha decepcionado. Este establecimiento es muy recomendable.

Comida excelente, original y de calidad a un precio razonable por el tipo de restaurante. Servicio de comedor un poco justo por el tipo de restaurante

Una muy Buena oferta gastronómica. El sumiller excelente. Al tener la cocina abierta es algo ruidoso pero es una experiencia que vale la pena tener

Es totalmente recomendable, el sitio es encantador y la comida exquisita. Nos sorprendió que el servicio no estuviera a la altura, nos hicieron esperar más de lo que el lugar se merece, tuvimos que pedir que nos atendieran, sirvieron antes a otras mesas que llegaron más tarde y también hacían el menú degustación, no nos ofrecieron café y en otras mesas sí, no sé... pena porque la comida lo vale.

La misa en escena perfecta auguraba una comida espectacular. gracias 🥰

Una propuesta interesante ubicada en los jardines del Casa Vincke Hotel, un hotel con encanto en el centro de Palamós. El ambiente es sorprendente: tranquilo y elegante, con vistas a la piscina del hotel, rodeado de vegetación, pero a pocos pasos del corazón del pueblo. Optamos por el menú degustación, con producto de calidad y una cocina que persigue la sofisticación. Ahora bien, las raciones son muy cortas —prácticamente tres mordeduras por plato—, lo que dificulta captar plenamente los sabores y el equilibrio del conjunto. El servicio es correcto y el ritmo de la comida se ha resentido cuando el restaurante se ha llenado. En conjunto, una buena experiencia pero no del todo memorable teniendo en cuenta el precio.

Fuimos en parejas hacer el menú degustación, nos encantó!!! Buen producto muy bien cocinado el local es precioso al ser un grupo nos pusieron en una mesa expectacular , vistas a la piscina. Volveremos!!! Merece la pena

Séptima vez que vamos, y siguen subiendo el listón. Somos clientes desde sus inicios y en cada ocasión es una experiencia única. Productos de proximidad cocinados por manos expertas e innovadoras. Servicio de sala atento y agradable. Precios acorde a la calidad que ofrecen. Como recomendaciones de la carta de esta temporada, ostra gratinada, picaña, tartar de salmón, steak tartar con tuétano, canelón mar y montaña y el Wellington. Postre con fruta de la pasión y Xuxo...Espectaculares todos.