Restaurant Chacala en Formentera

No se puede pedir nada más. El personal muy amable y educado, buena música, la comida se nota que es de calidad y hecha con mucho detalle y por supuesto el sitio un paraíso.. Muchas gracias Dani por tu atención.

No comimos en el restaurante así que no puedo valorar la comida, pero nuestro aperitivo con un excelente mojito y varios entrantes estuvo realmente bien hecho, y en una tarde calurosa el quiosco estaba relajante y alegre.

La comida estuvo muy buena y la atención de nuestro camarero fue excelente. En general quedamos muy satisfechos. Mi valoración baja a 4 estrellas (en lugar de 5) porque, después de comer, pasamos un rato en la playa y al regresar únicamente para usar el lavabo, un empleado me habló de forma muy maleducada diciendo que no podía entrar si no era cliente. Entiendo perfectamente que no quieran que cualquiera use el lavabo, pero creo que no es la forma de tratar a nadie, haya comido allí o no.

Hay miles de reseñas a un restaurante que había hace años que ya no corresponde con el actual... Hemos comido genial, la atención ha sido inmejorable y el lugar es increíble. Una de las mejores paellas que podíamos comer en Formentera. Los precios no son especialmente bajos, pero el entorno, la calidad de la comida y el servicio lo compensan. Repetiremos seguro!

Chiringuito muy acogedor. Vistas a la playa. Sirven comidas, aperitivos o incluso un simple café. Personal amable y muy educado.

Este restaurante tiene dos secciones: una de lujo y otra de bistró. Disfrutamos muchísimo de la sección de bistró con sus sofás a la sombra.

Formentera tiene rincones mágicos y Pikala es uno de ellos. Un restaurante que combina lo mejor de la cocina mediterránea con un toque creativo que conquista desde el primer plato hasta el último. La materia prima es excelente y cada receta, bajo la dirección del chef Antonio, está pensada al detalle, logrando sabores auténticos que enamoran. El entorno es perfecto para dejarse llevar: un espacio cuidado, con encanto y esa calma tan característica de la isla. Al frente, Pedro, el gerente, transmite cercanía y profesionalidad, consiguiendo que todo fluya con naturalidad. Y, por supuesto, la simpatía de Chango, el barquero que pone el alma isleña en cada rincón, hace que la experiencia sea aún más especial. Pikala Formentera no es solo un sitio para comer, es una experiencia que se disfruta con los cinco sentidos. Un lugar al que volver siempre, y que se convierte en parada obligada en cada visita a la isla.

Excelente toda la comida… el salmón a baja temperatura un auténtico manjar, y el atún. El servicio muy bueno y el enclave precioso. El precio muy elevado y porciones en general bastante escasas pero todo delicioso eso sí.

Es un lugar cuenta con buena música y ambiente, precios correctos para la isla, decoración y menaje de mesa con gusto y cuidado, servicio de recepción y en mesa; mejorable, algo lento, y comida aceptable, destacando el alioli con wasabi (totalmente recomendable y original). Raciones y platos algo escasos, compensa por la situación, las vistas, aparcamiento cercano y gratuito. Por la zona de cala Saona es un buen lugar para ir, tal vez no el mejor para comer pero si ofrece una carta para picar o tomar unos aperitivos. Agradable en general. Mejorable el servicio.

Un sitio precioso con personal amabilisimo y una comida espectacular. El salmon se desahce antes de llegar a la boca y el carpaccio de ventresca de atun butal. Arroces en su punto perfecto y un arroz fuera de carta de waygu buenisimo. Volveremos seguro. Gran experiencia